Traudcción y postfacio de Ariel Magnus; Introducción de Martín Kohan. Escrito en Berlín, durante el invierno de autoexilio, tuberculosis y vaivenes emocionales, forma parte de sus mejores fábulas.
No esperen una historia con principio, desarrollo y desenlace, recuerden que es Kafka, en este libro no hay ni siquiera más de un personaje, hay que leerlo en su contexto, último año de vida, ya enfermo en el autoexilio, viviendo el invierno berlinés. Un libro muy introspectivo en el que puedes ver la soledad de Kafka y esas inseguridades que todos tenemos, se perdieron las últimas hojas así que como en el Castillo y El proceso (CDLM) pero es Kafka, un genio que si tomas toda su obra, se complementa así no haya sido terminada, y es que al final, se eso se trata la vida: Un proyecto no terminado 😉