LA LUNA SE HA PUESTO (1942) - John Steinbeck En una guerra imaginaria, o quizá en la que todos pensamos, un pueblo ocupado no puede confraternizar con el ejercito de ocupación. El enemigo es el enemigo y cualquier acto contrario a los vencedores requiere una ejecución, un fusilamiento. Cada ejecución es el alimento al odio hacia los ocupantes y crea una resistencia, hasta tal punto que el vencedor se siente acorralado, atrapado. Cualquier persona, niño o anciano puede estar al acecho para tenderles una trampa. La angustia termina siendo insoportable para el vencedor al saberse rodeado de enemigos que no desaprovecharan cualquier ocasión que les permita sentirse libres, porque el poder emana del pueblo y su libertad depende del mismo. Así los vencedores se transforman en vencidos deseosos de volver a su tierra, a su gente y sus familias. Steinbeck nos muestra esos sentimientos que afloran en una guerra en ambos bandos y que un pueblo que es ocupado no parará hasta recuperar su libertad incapaz de sentir afecto alguno frente al opresor.