LA ISLA DEL TESORO

La isla del tesoro, de Robert Louis Stevenson Una historia de aventuras con piratas que posiblemente sea de las que han inspirado muchos cuentos y películas actuales. Con los piratas malos malos y los que podrían no serlo tanto, aunque eso depende de quién lo mire y del momento que analicemos. El sueño de todo niño se cumple acá, ese viaje casi mágico de aventura, donde es el pequeño quien descubre los planes del malvado y quien pese arriesgarse más de lo pensado sale con bien y termina ayudando a salvar la situación y convertirse en un héroe. Un libro muy entretenido y de fácil lectura, vale la pena invertir en el clásico. Leído en 2021 PD: Si te ha gustado esta reseña o la de cualquier de nuestros compañeros y decides premiarla con un like debes hacerlo en el corazón grande 💙 donde dice: ¿te ha gustado esta reseña? O por si acaso a los corazones. Muchas Gracias!!

Si hubiera que definir este libro con una palabra, no tengo dudas de cual es: AMENO. Rotundamente entretenido, aunque sin estridencias. Además, no exige ninguna edad para poder ser leída con placer. No me vengan con esas clasificaciones, que la ponen como literatura infantil. Es un clásico de la novela de aventuras. Un best seller de su época –publicada en 1883, con una entrega previa por fascículos-, que se hizo eco del deseo de experimentar aventuras, de conocer parajes recónditos, de descubrir nuevas tierras, en línea con lo que vivían los grandes exploradores como Livingstone o Stanley. Y así, la fantasía se dispara. Y para el goce nuestro, llega Stevenson y recoge aquello que estaba en el aire. En el “imaginario colectivo”, podríamos decir hoy. Junta la aventura, con lo desconocido. Pone en el centro a Jim Hawkins, un muchacho de quince años. Le agrega un mapa de una isla perdida, con la señalética de un tesoro. Y lo que no podía faltar, muchos piratas, malvados y de pésima catadura. Y un loro, maldito por lo estridente, que también cumple su papel. A Stevenson, le había leído hace poco “El extraño caso del Dr. Jekill y Mr. Hyde” otro clásico notable. Y en esta Isla del tesoro, lo que no quiero dejar de mencionar es esa capacidad de describir y llevar a un ambiente, que me hace estar seguro de haber pisado esa isla de tan atractivo y enigmático nombre. Tengo la sensación que vi los acantilados, los cerros y las ensenadas, las ciénagas con su niebla, los árboles y las quebradas; y el mar infinito. Y en cuanto a los personajes, hay uno, John Silver, el de una sola pierna, que se roba la película. Junto a Jim, son los que llevan el peso de la trama. Uno representa esa ansia de emancipación y de buscar aventuras. El otro, con un carácter que oculta una doble personalidad, marca de la casa. En resumen, tenemos aquí una novela de aventuras, sencilla de leer, salvo por ciertos términos marineros fuera de uso, con mucha acción, y muy bien ambientada. Es probable que a lo largo de los años, haya servido para iniciar la afición por la lectura a más de alguien y seguro que seguirá ocupando un buen lugar en la literatura de siempre. Además, esto de los tesoros perdidos en islas y costas, es cosa que sigue vigente hasta nuestros días. Años atrás, mientras estaba en Madrid estudiando, hice una arrancada al Archivo General de Indias en Sevilla. Revisando, encontré una carta del siglo XVIII, del adelantado de estos lados australes, don Melgar de la Epifanía de Brito y Postigo, representante de su digna Majestad, el Rey de España, en que le informaba a su Alteza Real que creía saber dónde se encontraba enterrado el perdido y fabuloso tesoro de Drake, ese corsario inglés de mal recuerdo. El punto es que enfermó debido a unas impiadosas consumiciones de fermentos de manzana y nunca pudo salir a buscar dicho tesoro. Por las descripciones que hace en su escrito (me costó un poco leer ese español castizo) estoy seguro de saber el lugar, que calza con una isla frente a Huelmo. Por allí tengo guardada la fotocopia de la carta y cuando me haga el tiempo saldré de excursión. De encontrar el tesoro, que estoy seguro así será, avisaré aquí en Alibrate, para que hagamos una fiesta por todo lo alto, de duración indeterminada, en la mismísima isla (con quienes le pongan “me gusta” a la reseña). Por cierto, también correrán por mi cuenta los billetes de avión y la excursión en lancha a vela. Una consulta ¿alguien sabe a cómo se está cotizando el oro hoy día?

Esta novela es el modelo de aventura por excelencia. De ella sacaron inspiración las actuales. Tiene una trama cautivadora y atrapante. Narra la historia de Jim, un jovencito que encuentra un mapa que contiene las indicaciones de como encontrar un tesoro. Durante el viaje se encontrará con personalidades increíbles, como la de Silver y sus compinches, y el doctor Livesey y su amigo Trelanwney. Junto a ellos, emprenderán un viaje lleno de batallas, que alianzas y traición. Increíble la forma en como te envuelve la historia. 8/10

La Isla del Tesoro, de Robert Louis Stevenson, es una historia de aventuras, piratas y tesoros; me encantan las historias de tesoros. Es excelente, un clásico y la inspiración de muchas otras versiones similares; muchas en pantallas chicas y grandes, para chicos y grandes, pero como siempre, el libro les dice: a un lado que ahí les voy. Si quieren disfrutar de una buena aventura, se los recomiendo por completo. Lo van a disfrutar. 11 de marzo de 22

Si alguien algún día me pregunta por una novela de aventura sin lugar a dudas esta sería mi respuesta: La isla del Tesoro. No cabe más aventura, no hay mejor prototipo para definirla. Repleta de malvados piratas, de hombre rudos curtidos por la dura vida marinera, es el estereotipo por antonomasia de la acción trepidante, en un cuadro repleto de imágenes marinas, de brisa de mar fresca y salobre, del crepitar de jarcias y arboladuras, del grito de las gaviotas, del son de las olas rompiendo contra el casco de una goleta; del balanceo constante de la nave, de la intriga y ardides de tripulaciones poco de fiar. No puede faltar el arquetipo de hombre de una sola pierna, loro al hombro y el aliento oliendo a ron. Si, mucho, muchísimo ron que viene a suavizar las aciagas jornadas de navegaciones arduas y duras. Pero en este caso en concreto, la dureza y maldad de John "El largo" relumbra con un rayo esperanzador, repleto de inteligencia y astucia. Mucho nos queda que aprender a los buenos de esos hombres malos.

La isla del tesoro de Robert Louis Stevenson, es una novela de aventuras, piratas con garfios, un loro parlanchín, misterios, tesoros escondidos, mapas incompletos, islas desiertas, embarcaciones, fieros bucaneros con patas de palo, travesías largas en alta mar, motines, licor, acuerdos y traiciones, a logrado entretenerme y pasar un rato agradable.

Pese a ser de las mas conocidas, la isla del tesoro de stevenson, esta a años luz de ser de sus mejores novelas. No es mala, pero no deja de ser en su conjunto una novela mas de aventuras, de donde bebieron, eso si, muchas otras historias de piratas y busquedas de tesoro. De lectura agil, pero con una ruptura del ritmo que la desvirtua, entretiene, y, aunque pretende algo más, no lo consigue del todo. Lo intente con mis hijas pero para ella los piratas, son poco mas que prehistoricos. Sin ser mala, tiene novelas mejores.

Este libro es una historia de aventuras típicas de marineros, quizá no sea de las mejores que escribió Robert Louis Stevenson, sigo creyendo que para mi la mejor ha sido El Extraño caso del Dr. Jekyll y Mr Hyde. No obstante, me entretuvo en varias partes, sin llegar a sorprenderme el desarrollo de las acciones. Es una buena novela de aventuras, sin embargo, aún no de la calidad de Las aventuras de Arthur Gordon Pym de Edgar Allan Poe. De todos modos, me parece que si es una novela recomendable para los amantes de las aventuras marítimas especialmente por ser una histórica de la literatura clásica de aventuras.