Novela que cuenta la historia de una esclava llamada Zarité en el Haití del siglo XVIII. La bondad natural, la fortaleza de espíritu y la honradez le han permitido a Zarité conocer los secretos que ayudan a sobrevivir a los suyos, los esclavos, y conocer las miserias de los amos, los blancos. Esto ocurre en el Saint-Domingue de finales del siglo xviii. La joven esclava doméstica está en el centro de un microcosmos que refleja el mundo de la colonia: el amo Valmorain, su frágil esposa española y su sensible hijo Maurice; el sabio Parmentier; el militar Relais y la cortesana mulata Violette; Tante Rose, la curandera; Gambo, el apuesto esclavo rebelde... Cuando su amo la lleve a Nueva Orleans, Zarité iniciará una etapa en la que podría alcanzar su mayor aspiración: la libertad. «Un canto a la libertad.» El Mundo
Aprender historia con Allende es lo que más me apasiona 🥰. La manera en que uno ve la época de la esclavitud a partir de este libro es fenomenal principalmente porque el texto incluye relatos en primera persona de Zarité, la protagonista, una esclava que sufre todo tipo de abusos previo a su preciado día, el día de su emancipación. Lo anterior va acompañado de historias dulcs y amargas de las relaciones sentimentales un poco adversas por las condiciones políticas y sociales de aquel entonces.
Es el segundo libro que leo de Isabel Allende y mi gusto por esta autora va en aumento. El libro llegó por casualidad a mi biblioteca y resultó ser un tesoro entretenido, histórico, cruel y algo romántico. La frase "Baila Zarité porque esclavo que baila es libre..., mientras baila" se quedó en mi corazón.
La dolorosa historia de los crímenes de la humanidad, la esclavitud vista desde la atrocidad pero acompañada de amor, esperanza y libertad. Por todas las Tetes del mundo y un momento histórico donde podamos vernos como iguales.
Dentro del estilo definido de Isabel Allende, esta novela nos muestra ambos lados de la naturaleza humana. Novela de gran emotividad. Una montaña Rusa de sentimientos. Recomendable.
Todos tenemos adentro una insospechada reserva de fortaleza que emerge cuando la vida nos pone a prueba.
No hay nada tan peligroso como la impunidad, es entonces cuando la gente enloquece y se cometen las peores bestialidades.
Si de enriquecerse se trata, la mayoría de los hombres sacrifican hasta el alma.
Esto te demuestra, Maurice, que la decencia sucumbe rápidamente ante la codicia. Si de enriquecerse se trata, la mayoría de los hombres sacrifican el alma.
No puede ser humanitario poseer y explotar a otra persona -replicó Parmentier.