LA INVENCIÓN DE MOREL

Ficción sin mucha ciencia, no porque carezca de su fundamento, si no porque evita las descripciones que suelen acompañar el género Igual, el texto es cuidado, pulcro (tal vez demasiado ) y la idea original para su época.ateniendo a la queja de falta de trama en la literatura inglesa que era bandera de Casares y Borges en su momento, esta novela gira en torno a la trama, la trama se crea y recrea, aunque es más bien simple, el exilio autoimpuesto por un condenado en una isla remota y el descubrimiento de un inventor y su invento, ( que en actualidad se semeja enormemente a holografía y realidad virtual. ) el enamoramiento del mismo de Faustine imagen irreal pero demasiado parecida a la realidad, invento de época imprecisa que se repite y recrea constantemente, y la asociación con la radiación, en los efectos sobre los entes biologicos. buena incursión de Casares en la ciencia ficción, ( su genero predilecto ) muy original, pero a mi gusto le falta un poquito para “ calificarla de perfecta “ como mencionaría BorgesToda proporción guardada, espacio, temporal, en la rota barrera por Bioy Casares,..No puedo evitar asociarla/ compararla con “ El Atlas de las Nubes “ de David Mitchell” Ostinato rigore “

Hay que insistir sobre una cosa bien cierta: La brevedad de una historia no implica que sea simple. Esta novela es un claro ejemplo de esto: la complejidad de la estructura y prosa de Bioy Casares está lejos de ser sencilla y amena con el lector distraído. Esta obra ha exigido una concentración especial porque la forma en que están tejidas las imágenes (vale añadir, pulcras) requieren no poca atención. La historia va de un prófugo de la justicia, quién ha sido condenado a cumplir cadena perpetua, no se explica sus motivos ni pone en cuestión si ser un criminal interviene con su forma de ver el mundo, en fin, este por consejo de Dalmacio (un personaje que solo aparece para hacer la sugerencia) se dirige a una isla desierta, la cual contiene un virus o algo que contagia una enfermedad que hace que se caiga la piel, las uñas y el cabello. Como nuestro personaje quiere morir, esta isla le parece más que perfecta. Sin embargo, los edificios que encuentra le sugieren al narrador que no está totalmente solo. Con la interrupción de unos seres, personas, que viven como si nada pasara, lo perturban al grado de querer perseguirlos, espiarlos mientras se esconde de ellos. Pero, no contaba con la aparición de una mujer hermosa, Faustine, de la cual se enamora perdidamente. Además, Morel, un personaje muy inteligente e interesante aparece, también, para inmortalizar la frustración de nuestro protagonista. La historia requiere una lectura de lenta digestión, pero no me parece perfecta, creo que Borges exageró un poco "cegado" por su entrañable amistad. En fin, no por eso deja de ser una experiencia enriquecedora su lectura.

Me costó muchísimo conectar con esta obra. No terminó de convencerme. Muy rebuscada y pretenciosa. A pesar de tratarse de una novela relativamente corta, me llevó varios días terminarla. Muy pesada para mí gusto.

Obra de Adolfo Bioy Casares, en la que habla de la soledad, el desamor, la inmortalidad, la vida, la muerte y de muchas otras sensaciones. Una gran obra, corta pero bastante complicada de leer, en la que narra las vivencias de un presidiario fugitivo que se termina refugiando en una isla desierta y misteriosa, pero no siempre esta desierta ya que de pronto llega mucha gente a la que puede ver pero no interactuar. Entre ellos esta Faustine, de quien se enamora. El final es excelente, aunque para llegar a este final Bioy Casares me parece que divaga bastante por momentos. Pero aún así decididamente es una gran obra maestra de la literatura con la que pude autoreferenciarme un poco con algunas partes.

Me pareció más original que genial. Realmente con una imaginación prodigiosa, Bioy construyó una historia insólita, irreal. El modo de escribir me pareció demasiado pretencioso. De a ratos queriendo parecerse a Borges y no siéndolo. Bioy juega con las omisiones. Tanto que a veces me cuesta entender lo que quiso decir.

En esta novela corta, el protagonista cuenta su aventura a través de un diario en cuyas páginas deja testimonio de su desgracia y de su angustia ante la soledad y el exilio forzados. Bajo ese sufrimiento, nace la esperanza del amor cuando ve a Faustine, la joven que surge de la nada, junto a otros no menos extraños turistas que visitan ocasionalmente la isla que sirve de refugio al proscrito, como si fueran fantasmas. El deseo de comunicarse con Faustine, lleva al naufrago a descubrir lenta y dolorosamente que cuanto ve, oye y percibe de ella y sus acompañantes, no es más que un artificio provocado por la máquina construida hace años en la isla por el Doctor Morel, que se activa cuando las mareas cambian y que le permite una "coexistencia" ilusoria con esa mujer que viene de otro tiempo, como si él estuviera en medio de una proyección holográfica, de la cual solo es posible formar parte, sacrificando la vida. Bioy Casares vuelve a fabular una paradoja del espacio y el tiempo, y juega con la posibilidad de perpetuar la conciencia humana, esta vez, mediante un artefacto que fabrica el eterno retorno de las cosas y las personas que filma, atrapando su esencia o su alma. Por eso creo yo, que La Invención de Morel, es, sin proponérselo, una de las primeras y escasas obras de ciencia ficción que han sido escritas en la historia de la literatura latinoamericana. El mismísimo Borges dijo sobre esta novela alguna vez: "He discutido con su autor los pormenores de su trama, la he releído; no me parece una imprecisión o una hipérbole calificarla de perfecta".

Una historia extraña entre realidad y ficción a la que no he llegado a cogerle el punto. Esperando a ver si con el avance de lectura se desmarañaba la historia, me ha resultado incomprensible.

La invención de Morel significa mucho, simboliza mucho: la inmortalidad, la transmutación del alma, la búsqueda incansable del genio por construir el invento perfecto que dote de vida eterna a todo aquello que deseamos nunca perezca. A través de La invención de Morel Adolfo Bioy Casares crea una historia de amor más allá del tiempo y el espacio. Idealiza un amor capaz de repetirse eternamente sin la presencia de la cotidianidad, la costumbre y el eventual dolor de la pérdida. Tal vez es su manera de decirnos que el amor jamás será para siempre, que lo único que nos queda de los idilios pasados es el recuerdo de su vivencia, de sus momentos dulces, que son el combustible que alimenta nuestros sueños, dándole valor a nuestra existencia.