LA INVENCIÓN DE LA NATURALEZA

Esta biografía magistralmente lograda por la historiadora y escritora Inglesa Andrea Wulf para mí ha sido un descubrimiento impresionante. Relata la vida, relaciones, viajes y contribuciones científicas de Alexander Von Humboldt (1769-1859), reconocido y admirado en su tiempo. Sorprende la vigencia que tienen sus ideas sobre la naturaleza 200 años después, así como sus advertencias sobre el impacto desequilibrante del ser humano en el entorno natural. Es una deliciosa y muy recomendada lectura. | Abril 2018.

Una vida fascinante, un personaje increíble. ¿No es eso suficiente para escribir un buen libro? Pues se ve que para la autora no. El libro se lee con gusto y el personaje te atrapa. Humboldt, injustamente olvidado para el gran público que en vida lo adoró. Le ocurre al revés que a muchos otros científicos y artistas, fue mucho más famoso en vida que tras su muerte. El problema es que la autora se ha empeñado en contarnos la vida completa de aquellos personajes sobre los que influyó Humboldt. Y eso alarga innecesariamente el libro, ya que esas vidas dan para libros completos aparte (que me encantaría leer). Resumiendo, un buen libro que al final cansa un poco.

LA INVENCIÓN DE LA NATURALEZA, El nuevo mundo de Alexander con Humboldt - Andrea Wulf Imaginemos descubrir un río que une el Orinoco con el Amazonas, imaginemos una selva con sus múltiples sonidos, sus arboles ocultando el cielo y flores que llenan de color la lluvia. Imaginemos recorrer los Andes, subir al Chimborazo, atravesar Siberia con una epidemia de ántrax rondando nuestra expedición. Imaginemos conocer a reyes y príncipes, hablar con Napoleón, ser amigo de Simón Bolívar o tutearse con presidentes de Estados Unidos. Imaginemos conocer al mundo científico más importante de nuestra época, la Ilustración o la Revolución Francesa. Imaginemos una erupción del Vesubio y estar allí para verla. Imaginemos al culpable de El origen de las especies de Darwin o de Walden de Thoreau, el culpable de la imaginación de Verne, del entusiasmo de Whitman, Byron o Shelley o de la pasión de Goethe. Imaginemos a un científico, trabajador incansable que necesitaba el contacto constante con la naturaleza, imaginemos al primer ecologista que tuvo la visión de un todo y la certeza de que la mano del hombre rompía el equilibrio de ecosistemas que nos conducía a la desertización y al cambio climático. Imaginemos a un hombre que defendía la abolición de la esclavitud, la democracia y la preservación de la naturaleza. Imaginemos un hombre que escribía poesía en sus libros de ciencia. Imaginemos un hombre reconocido mundialmente en su época, cuyo nombre llevan ríos, pueblos montañas y hasta un cráter de la luna. Imaginemos un hombre que influyó en la pintura y la arquitectura. Imaginemos que ese hombre es hoy un desconocido para nosotros y que alguien escribe una biografía tan deliciosa, vital, exultante y poética como su vida y su obra. Imaginemos que un amigo nos recomienda encarecidamente su lectura y que con fe ciega en su criterio lo compramos y lo leemos. Imaginemos porque el mundo es la vida de los que sueñan con acariciar el Cosmos. Imaginemos... O como decía John Muir: «Todo había comenzado con Humboldt y con un paseo. Sólo fui a dar un paseo y al final decidí quedarme fuera hasta el anochecer, porque descubrí que, al salir, en realidad estaba entrando». Gracias J Iván C Sagrado, por imaginar que era un viaje para descubrir juntos a Humboldt.