LA INQUILINA DE WILDFELL HALL

Esta es una novela deliciosa de la más pequeña de las hermanas Bronte, Anne. La historia comienza con una carta en la que uno de los protagonistas cuenta como una misteriosa mujer y su hijo se instalan en Wildfell Hall. Conocerla le cambiará la vida. Se enamora de ella, pero Helen oculta un pasado tormentoso del que no puede desligarse. En su dia, imagino, sería una novela con una vertiente didáctica muy interesante para las jovencitas casaderas; una manera de hacerles ver la importancia de seleccionar adecuadamente al futuro marido y padre de sus hijos. Muy didáctico, pero poco práctico en realidad, en aquellos tiempos poco podían conocerse los contrayentes de las clases medias y altas, ya que el espacio permitido a la intimidad entre ellos era nulo. Una lectura de gran calidad literaria, que a mi parecer ( y usando el odioso tópico de la comparación) quizás carezca de la pasión de Cumbres borrascosas ( de Emily) o la fuerza de Jane Eyre (Charlotte), pero que, sin duda, está entre las mejores novelas de su tiempo.

Último libro del mes de abril dedicado a clásicos. De todo lo que he leído de las hermanas Bronte, este es mi libro preferido. Me pareció una muy buena novela. Supongo que la visión religiosa de la autora en estos tiempos no es muy popular, pero creo que sentí que la protagonista tiene carácter y principios, lo que no me parece mal. Además, el personaje no es plano, va evolucionando luego de las circunstancias a las que enfrenta. Por último, la forma que está contado lo hace bastante entretenido y uno se involucra con la historia, sus protagonistas y su destino. (lista 2021 Abril: leyendo clásico)

No tengo palabras para describir este libro. Me ha ido rompiendo poco a poco el corazón deshaciéndolo en pequeños trozos para acabar recomponiéndolo pieza a pieza. Pensé que ningún personaje clásico podría desbancar a Jane Eyre pero he aquí la señorita Graham. No se puede sufrir tanto por amor, o por lo que crees que es amor cuando eres joven e ingenua, encontrar fuerzas y soluciones donde no las hay, sacar el carácter y plantarle cara al desgraciado tirano que tiene por marido. Una historia actual con un personaje valiente. Helen es la mujer que deberíamos ser. Es cierto que se equivoca una y mil veces, es cierto que quieres gritarle e incluso matarla con sus erróneas decisiones, decisiones que la llevarán, finalmente, donde tiene que estar y con quien debe estar para ser feliz. Esas decisiones hacen que no sólo su personaje evolucione sino también el de Gilbert, joven e impetuoso, bruto y enamoradizo, sabrá buscar su sitio aunque se lleve amistades, reputación e incluso su juventud por delante. He amado mucho este libro, y no solo por la historia, sino también por la forma en el que está narrado, al principio por Gilbert, luego por Helen a través de su diario, al mismo tiempo a través de cartas entre los personajes... la autora sabe como sorprenderte con escenas y situaciones que no te esperas y te hace cambiar de parecer con respecto a sus personajes. Nada es lo que parece y, en ocasiones, hace falta poco más que un chisme para crearte una idea errónea de una persona. Anne Brontë hace una crítica Brutal a la sociedad de la época, a las relaciones matrimoniales, al abuso del alcohol y las habladurías sin fundamento creando unos personajes increíbles y atemporales. Definitivamente, entre la venganza y el odio de Cumbres borrascosas, el crecimiento personal de Jane Eyre y el valor de La inquilina de Wildfell Hall creo que me quedo con el personaje de Anne Brontë.

Un clásico de la literatura universal, una novela poderosa, brutal y a veces violenta de expectativas, amor, opresión, pecado, religión, traición, violencia doméstica, alcoholismo, matrimonio,  desplazamiento y roles de género. Pero lo que llama la atención es lenguaje de la moralidad más que el de la imaginación, demasiado  remilgado y mojigato. Es la historia del desastroso matrimonio de la joven Helen Graham con el disoluto, abusivo y borracho Arthur Huntingdon, y su lucha por liberarse de un matrimonio represivo y abusivo hasta su huida de él hacia el aislamiento a una mansión gótica, destartalada y ruinosa llamada Wildfell Hall. Ella era una mujer religiosa hasta el tuétano, que valora y antepone  su fervor religioso por encima de su propia felicidad. La religión le sirve de consuelo y le causa sufrimiento, ya que se siente obligada a cumplir sus votos. La religión la lleva a permanecer fiel y a permanecer con su marido durante los peores momentos de su matrimonio, a pesar de que se siente miserable. Su piedad le provoca sentimientos de ambivalencia, ya que le proporciona una fuente de consuelo y al mismo tiempo la mantiene atada a un alcohólico abusivo. En cambio debido a las leyes y normas culturales, los hombres del círculo de Huntingdon eran libres de vagabundear, beber y abusar física y emocionalmente de sus esposas. Y cuando decide abandonar a un marido brutal y alcohólico, no sólo está transgrediendo las reglas de la sociedad, sino las de su propia tierra, desafiando así las convenciones sociales de aquella época. Desde su llegada a Wildfell Hall se distancia de todo el mundo en el pueblo y de sus preguntas indiscretas que intentan descubrir su pasado. Su carácter retraído y poco sociable, sus extravagantes opiniones y su extraña belleza, provocan entre los vecinos toda clase de sospechas. Ella sigue siendo totalmente distante hasta que un encantador granjero llamado Gilbert se enamora de ella y hace numerosas pesquisas hasta averiguar cuál es su verdadera historia. Ella también se enamora de él pero sigue casada, por lo que no pueden estar juntos. Ella regresa a Huntingdon, quien muere a causa de las heridas que sufrió durante una caída de un caballo. Ella hereda sus propiedades y las de su tío y ella y Gilbert son libres de casarse. La historia mantiene un clima de suspense en todo momento, con los personajes principales desarrollados de manera profunda. La historia es intrigante y atrapante desde el principio hasta el final.

Una maravilla literaria.

Soy muy fan de las tres hermanas. Este libro lo tengo con la misma edición de la foto. Lo leí hace mucho. En la época que fue editado por primera vez causó una gran polémica, la razón? Mujer maltratada abandona a su desequilibrado y alcohólico marido, digo desequilibrado porque muy bien una persona no está cuando hace ciertas cosas. Y es que en aquella época era impensable esta hazaña para alguien de nuestro género. Tener la osadía de dejar la relación tóxica, las agallas para salir adelante, y sobre todo, los santos ovarios para llevarse con ella al heredero del canalla. Que aunque también es hijo de ella, como ya sabemos pintaba os una buena mierda, y siempre tenían la de ganar. Es un gran libro, con una denuncia social a una época donde las apariencias, como si de un gran espectáculo se tratase, debían continuar. Donde el patriarcado era el dueño absoluto de la vida de las mujeres. Y donde las mismas mujeres se despellejaban vivas unas a otras ( en eso no se ha cambiado nada) en vez de luchar y apoyar una causa tan noble como la de escapar de un tirano.

LA INQUILINA DE WILDFELL HALL - Anne Brönte (1848) No es una de las novelas más conocidas de las hermanas Brönte, quizá de Anne sea más famosa Agnes Grey de la que hablaré en otro momento. Hace más de 15 años que leí esta novela en una primera edición de la editorial Alba y me pareció una maravillosa historia de contenido muy actual. Helen llega a Wildfell Hall con un niño pequeño, huyendo de malos tratos y vejaciones de un marido entregado a excesos y al alcohol. En esta huida se hará pasar por una joven viuda mancillada por los comentarios de la sociedad cerrada de la época por recibir las visitas de un hombre. La bondad de Helen le llevara a volver con su marido enfermo, pero un rayo de esperanza le demostrará que siempre es posible ser feliz

No había leído nada de ninguna de las hermanas Brönte y me decidí por éste, ya que ha sido una Lectura Conjunta. Me ha encantado. Lectura ágil y con una carga de denuncia social increíble.