LA HIJA DEL SEPULTURERO

Es un muy buen libro en el cual hay una innumerable mezcla de acciones y sentimientos. Trata de una familia judía alemana que emigra a Estados Unidos huyendo de los nazis; es una familia disfuncional, llena de resentimientos, carente de amor y buenos modales en la que sólo se ve dolor y desgracia. Así que la hija menor, la hija del sepulturero, que es el empleo del padre, crece desubicada, sin conocer siquiera su verdadero apellido, sin conocer su verdadero lugar de nacimiento pero sabe abrirse paso ante la adversidad aunque con mucha disfunción también en su vida. La encuentro, extraña, ella misma se rodea de un misterio al final innecesario, mentiras y sentimientos que la rodean que creo que ella misma se busca. En mi parecer da importancia a parientes lejanos cuando no se los da a los que verdaderamente deberían importarle pero ella es toda así, quizá las adversidades de su vida me hacen no comprenderla del todo. La novela es excelente en su primera parte, la segunda se opaca un poco aunque desde luego vale la pena leerlo. 

Es un muy buen libro en el cual hay una unnumerable mezcla de acciones y sentimientos. Trata de una familia judía alemana que emigra a Estados Unidos huyendo de los nazis; es una familia disfuncional, llena de resentimientos, carente de amor y buenos modales en la que sólo se ve dolor y desgracia. Así que la hija menor, la hija del sepulturero, que es el empleo del padre, crece desubicada, sin conocer siquiera su verdadero apellido, sin conocer su verdadero lugar de nacimiento pero sabe abrirse paso ante la adversidad aunque con mucha disfunción también en su vida. La encuentro, extraña, ella misma se rodea de un misterio al final innecesario, mentiras y sentimientos que la rodean que creo que ella misma se busca. En mi parecer da importanciaa parientes lejanos cuando no se los da a los que verdaderamente deberían importarle pero ella es toda así, quizá las adversidades de su vida me hacen no comprenderla del todo. La novela es excelente en su primera parte, la segunda se opaca un poco aunque desde luego vale la pena leerlo.

¡LECTURA TERMINADA...! SINOPSIS: En 1936, los Schwart, una familia de inmigrantes desesperada por escapar de la Alemania nazi, se instala en una pequeña ciudad de Estados Unidos. El padre, un profesor de instituto, es rebajado al único trabajo al que tiene acceso: sepulturero y vigilante de cementerio. Los prejuicios locales y la debilidad emocional de los Schwart suscitan una terrible tragedia familiar. Rebecca, la hija del sepulturero, comienza entonces su sorprendente peregrinación por la "América profunda", una odisea de riesgo erótico e intrépida imaginación que la obligará a reinventarse a sí misma. Joyce Carol Oates ha creado una pieza magistral de realismo mítico y doméstico, excepcionalmente emotiva y provocadora: un testimonio íntimo de la resistencia del individuo. En esta novela prodigiosa la violencia actúa como un faro iluminando una cultura y una época. COMENTARIO: Inicio haciendo un pequeño ajuste a la sinopsis para que el lector no se confunda, no hay en la lectura ningún rasgo de erotismo, pese a ese error la lectura que se desarrolla en 678 páginas hace resurgir la triste historia de una familia judía inmigrante, aunque para la protagonista, su historia quedó guardada en secreto toda su vida. Nadie excepto una prima y hasta el final de su vida tuvo oportunidad de saber lo que le toco vivir. Pareciera que la autora escribe de manera simple pero a mi parecer no es fácil hacerlo cuando se utiliza la analepsis (alterar la secuencia cronológica de la historia, conectando momentos distintos y trasladarlos al pasado). En lo personal me obliga a estar bien atenta a la historia para no perder la secuencia de la misma. Los personajes que aparecen a lo largo de la historia dieron marco a una trágica historia de familia, recayendo especialmente en un frustrado y rencoroso Jacob Schwart el padre de Rebecca, en una débil y triste Anna Schwart la madre y los hermanos Herschel y August, quienes no salieron ilesos a los odios infundados por el padre. Leer la hija del sepulturero es leer la vida de una sobreviviente del nazismo y a una sociedad que no veía bien a los refugiados, pero lo peor fue sobrevivir a la vida que le tocó nada más abrir lo ojos, en la miseria y en el seno de una familia que no logró asumir su nuevo papel como inmigrantes; El padre de Rebecca se convirtió en su peor verdugo y su madre prefirió enmudecer dejando a sus hijos a merced de un hombre debastado por el odio. Rebecca no aprendió a sonreír por una caricia de sus padres o hermanos, no supo lo que era sentirse querida, la pobreza en este caso excluyo al amor, el padre enseñó que no eran merecedores de nada que no fuera más pobreza, odio y soledad. CITA: "...En la vida animal a los débiles se les elimina pronto. Has de ocultar tus debilidades. No nos queda otro remedio...". La protagonista vivió encerrada en el miedo y aún así logró en una parte de su historia defender lo que amaba, a su hijo, quien con el tiempo le enseñó que si ella había sobrevivido a una bala, había sido para perpetuar los ojos y el talento de su madre asesinada. El final de la historia se ve marcado por el descubrimiento que hace Rebecca: ya no es huérfana de familia, encuentra a una prima viva, la emoción le embarga y hace lo imposible por acercarse a ella; Pero, sorpresa, la prima no acepta nada que tenga que ver con su pasado, se envían cartas que a mi parecer fue lo más bello de la historia y al final nos dejan una ausencia como lectores. Rebecca nunca logró aprender como ser feliz. "Las cicatrices más grandes están debajo de la piel, a una profundidad tal, que sólo aquellos que buscan la verdadera esencia de la persona pueden encontrarlas".