LA HIJA DE CAYETANA

Los griegos se reunían en el agora, los romanos en el foro. A los españoles nos costó unos siglitos dedicar esas amplias plazas públicas a socializar, y por supuesto, las llevamos a nuestro terreno. Así es como llegaron los mentideros donde nuestra burguesía practicó el deporte rey. El cotilleo, criticar al prójimo y cuanto más mejor. Carmen Posadas radiografía una sociedad de pelucas, narices empolvadas y caspa donde lo prioritario es aparentar opulencia aun cuando no tienes un real. A este decorado sumamos el trato a la esclavitud que va más allá del servilismo, siendo utilizados como elementos de decoración, como algo exótico y como signo de gran riqueza de sus dueños. Amos, que no dudarán por puro entrenamiento, llevar a los negros a la humillación, al espectáculo circense y a darles techo y pienso del mismo rancho que a sus bestias. Animales de feria, caprichos que se olvidan con la próxima adquisición. Al ecosistema le falta el medrador y en uno de ellos se apoya la autora para dar rienda a la novela. Su regalo a la duquesa de Alba, será el nexo de unión entre historia y ficción en la trama principal del texto. La hija de Cayetana es el pretexto argumental para dar dinamismo a un pedacito del siglo XIX donde no faltan Borbones, Parmesanas, Goya, Semana Santa y mis Fallas (tiene usted un plus doña Carmen, simplemente por nombrarlas) No me olvido de Cyetana Álvarez de Toledo, protagonista de esta historia, mujer adelantada, rebelde, poco amante de las normas y con un gran corazón (pese a aceptar determinados regalos) No falta la leyenda del beso y, claro esta, esa hija cafeole (mulata) que no heredó un ducado por su color y que gracias a ello, otras Cayetanas y Cayetanos viven hoy a cuerpo de rey. La escritora uruguaya despliega una prosa sencilla sin perder la elegancia donde lo que sucede alrededor es tan importante como lo que ocurre en su núcleo. Buena novela, sin alardes de grandeza, con la sencillez por bandera y la sutileza de señalar sin levantar el dedo.

Con la excusa de conocer este pequeño dato de la vida de la duquesa de Alba, que es que adoptó a una niña negra, supuestamete abandonada, nos adentramos en la España de finales del S. XVIII y principios del XIX y nos paseamos por palacios, convivimos con reyes y reinas y nos zambullimos en los mentideros de Madrid, idílico lugar que te da a conocer lo que va ocurriendo en la capital. Cayetana Alvarez de Toledo, duquesa de Alba, personaje amado y odiado a la vez, mujer adelantada a su tiempo, excentrica, caprichosa y acostumbrada a hacer lo que quiere, pero eso si, con un corazón de oro, nos introducirá en su mundo, así veremos en primera fila la muerte de Carlos III y la ascensión de Carlos IV y Maria Luisa de Parma, con la que más de un enfrentamiento protagonizará y el encumbramiento de Godoy, todo ello amenizado por las envidiadas pinceladas del maestro Goya. Gran critica al tema del mercado de exclavos negros en España, otro de los acontecimientos de esos que no te hace sentirte especialmente orgullosa de la época. La parte de ficción, para mi es la menos interesante, aunque reconozco que está muy bien hilvanada la historia, la madre de la niña adoptada lucha durante años por recuperar a su hija, mientras la duquesa piensa que la niña fue abandonada y la cría como propia. Lo mejor del libro, sin duda, la reconstrucción de la época, la puesta en escena si fuera una película, hablando en plata..., parece que estés viendo lo que va narrando, muy bien escrito y maravillosamente documentado. Gran repaso a la obra de Goya, con sus majas y el polémico tema sobre quien posó de modelo. Una crítica, de forma muy sutil, a la sociedad del momento, donde el aparentar era casi mas importante que el poseer, una delicia para los amantes de la historia de España y sus cotilleos palaciegos.

Me suelen gustar los libros con una ambientación histórica, pero creo que me tira más la trama bélica. Total, que este caso no ha sido especialmente apasionante aunque sí ha tenido puntos algo entretenidos.Parte de la premisa supongo que puede bautizarse como buena, o me lo parecía al menos al principio, pero al final se hace muy aburrido. Y entre medias también. Sin meterme en spoilers todo el libro va de la búsqueda de esa hija de la que habla el título, el proceder, las consecuencias y, al final, el resultado obviamente. Y he sentido cero pasión, cero curiosidad, cero pena y en general ningún tipo de empatía por ninguno de los personajes. Y mira que me duele porque había partes que eran muy cómodas de leer, pero no he dado más de mi.Sinceramente no tengo mucho más que decir...