LA HERENCIA

Jake Brigance, luego de haber ganado mucha popularidad como abogado por haber defendido a Carl Lee en un caso que se caracterizó por contener tintes raciales (No tiene que ver con la trama de este libro, pero se hacen muchas referencias y me he enterado que esa historia es contada por el mismo autor en el libro con nombre “Tiempo de matar”), y del cual lo sacó ileso, es elegido por un hombre antes de suicidarse para que haga valer su voluntad con un testamento en el que decide excluir a sus hijos de la fortuna que había logrado acumular, testamento que fue realizado solamente pocos días antes de colgarse de un árbol de sicomoro. Sus hijos, una vez enterados sobre la decisión de su padre, al cual le dieron sepultura según la voluntad que este había manifestado, deciden contratar un equipo de abogados que utilizarán cualquier tipo de artimaña para poder hacer declarar como Niño ese testamento repentino. Para ello, deben enfrentarse al ya mencionado abogado Brigance, que debe hacer prevalecer la voluntad del occiso y, por ende, favorecer con la fortuna a la mujer negra que había sido empleada doméstica del testador. Así que la trama tiene por objeto determinar si esa mujer, que es de una raza discriminada, que solamente acompañó al señor Hubbard durante los últimos tres años de su vida, que nunca ha tenido mucho dinero y que tiene evidentes problemas con los miembros de su propia familia, pudo haber ejercido una influencia indebida en el testador. Entran en juego una serie de personajes, dentro de los cuales debe resaltarse principalmente el Juez de la causa y el señor Ancil Hubbard, hermano del testador, a quien no se le veía desde su juventud dentro del estado de Mississippi, porque son los personajes que logran dar varios vuelcos a la forma en la que se desarrolla la historia. Estos personajes, al menos para mí, son los que se roban el show, son parte fundamental de la novela y del desenlace de la misma. Ahora, aquí es donde debo hacer una pausa y emitir mi opinión sobre la novela: Esos vuelcos no me parecieron del todo afortunados. A pesar de que la historia es muy entretenida, como la mayoría del autor, dentro de esta entran a jugar una serie de factores a favor del personaje principal que le quitan credibilidad. Me hubiera parecido perfecto el final que se estaba fraguando, se lo merecían los demás equipos. No me gusta que se juegue con remonta (ventaja), menos en temas jurídicos. Pienso que le quedaría mucho mejor a la televisión que se contará de esa forma la historia, allá siempre pasan cosas como esas de las que prefiero no hablar, pero si lo leen lo entenderán. El libro me gustó, porque este autor siempre logra entretener. Eso sí, es muy claro que este no es de mis preferidos. Pienso leer “Tiempo de matar” para ahondar un poco en la vida del abogado Jake Brigance, que, aunque me pareció no mereció lo del final, me cayó bien, y creo que la historia que se cuenta dentro de ese otro libro, al tener relación con una causa de índole criminal, puede ser mucho más interesante.

Una trama muy bien elaborada, aunque a ratos lenta. Te hace sumergirte de lleno en la historia y te anima a seguir leyendo con el fin de dar con la verdad, el principio es un poco complejo pero poco a poco se va conectando con la historia y hechos relevantes. Mantiene la intriga hasta el final

Siempre un Best seller

Sigue una estructura narrativa muy parecida a "Tiempo de matar" y, sin embargo, me ha convencido. Hay que reconocer que Grisham es el mejor en su terreno. Muy recomendable.

Este libro tiene un buen argumento contado con un lenguaje claro y desenfadado. Al mejor estilo de Grisham, revela las aún existentes tensiones raciales y los conflictos sociales en una sociedad pudiente, pero no exenta de excluidos.