LA HABITACION DE JACOB

"Lánguido es el aire en un cuarto vacío, sólo infla la cortina; las flores del jarrón se agitan. Una fibra del sillón de mimbre cruje, aunque no hay nadie allí sentado". Publicado en 1922, un gran punto de inflexión en la escritura de Virginia Woolf. El mismo año se publica el Ulises de Joyce, vientos de cambio se acercan. Ya la autora había dado señales en el relato "Kew gardens" el año anterior. Luego de dos novelas escritas en forma clásica, Wolf se juega con este libro tan distinto a los anteriores. La diferencia radica en la forma de contar la historia. Un texto quebradizo, que no sigue una linea argumental, sino que se va construyendo de a poco. Así nos presenta a Jacob, pero lo hace a partir del testimonio de la gente que lo conoció, sobre todo mujeres, desde su madre, sus amores, hasta una señora que comparte un viaje entren con él. Nos va dando una idea de quien fue Jacob, su infancia, su época de estudiante en Cambridge (la descripción que hace de la ciudad es excepcional), un viaje a Grecia, su amor por la historia, sus amistades. Con un fuerte lirismo, nos va dando los pensamientos del protagonista (el relato de las cartas es emocionante). Jacob muere en combate. La última escena donde describe el cuarto vacío de Jacob, nos muestra sus últimos secretos, describe al protagonista a partir de la ausencia. Jacob sigue ahí. Maravilloso.

Al haber sido Virginia Woolf una de las precursoras del denominado 'stream of consciousness' (flujo de conciencia) para representar de forma natural las ideas que se agolpan en la mente, esta novela no podía representar mejor ese parloteo de idas y venidas del pensamiento, siguiendo una estructura perfectamente desestructurada. Reconozco que se me hizo problemático leer una historia escrita de esta manera; no deja de ser un experimento por parte de Woolf de deconstruir la novela inglesa, pero estos experimentos se me hacen semántica y gramaticalmente insoportables. Creo que el jugo de esta novela reside en las habladurías, en lo que hacen y dicen el resto de personajes, porque eso aportaba mucho más información sobre Jacob que el propio Jacob. Y sin embargo, es muy posible que tanta avalancha de comentarios y habladurías que no da tiempo ni de asimilar, no son mas que una estrategia para escapar de la realidad insípida del pueblo de Dod Hills, cuyo único oasis sería, precisamente, esa habitación de Jacob, donde hay todo un mar de ideas a las que nosotros no tendríamos acceso de no ser por lo que cuentan los demás. Entiendo que con esta historia, Woolf lanza un dardo a la sociedad de los charlatanes que hablan mucho, pero cuyas palabras carecen de significado o de sentido