LA GRIETA

Si mal no recuerdo, conseguí este libro en un puesto de mi feria local. Los viejos que atendían el puesto vendían buenos libros, originales, cada uno a 3 lucas. Visité este puesto por tres días, lo que equivale a tres domingos separados entre semanas consecutivas. El tercer domingo, eso creo, fue que compré esta novela. El cuarto domingo no fui a la feria, y a eso del sexto domingo, cuando volví para comprobar si el puesto seguía por ahí, no había ni rastro de los viejos. En la primera página hay una pegatina a medio arrancar con el precio original del libro: $7.000 pesos. Bajo esta pegatina (o lo que queda de ella) escrito con lápiz grafito, se expone el precio de $4.000 pesos. Ninguno de estos números ejerció autoridad alguna sobre el precio que pagué, pero aún así, ambos testimonios se mantuvieron casi intactos hasta el día en que no pagué ninguna de esas cantidades. Del mar salieron las grietas, y en un principio era lo único que había. Decir "era lo único que había" es quizá precipitarse un poco, después de todo, las grietas siempre se tuvieron a sí. Pensar en algo así como un "otro tipo de ser" que por alguna razón no es una grieta, y posicionarlo como "un algo que sucede después de un antes" era simplemente inadmisible dentro de todo pensamiento "grietano" temprano. Hasta que un día llegaron los monstruos, que con un orgullo obstinado oscilaban esa horripilante trompa entre las piernas, modificando todos los parámetros establecidos por las grietas para definir su antigua forma de existir. Tengo que decir que no contaba con expectativas especiales para recibir a esta novela, tampoco conocía a la escritora, por lo que al toparme con el particular estilo de narración que ocupa en esta obra, me sentí muy atraído. Resulta que los sucesos transcurridos en la historia los conocemos a través del relato de un patricio romano que, por ciertas interacciones entre sus círculos, termina con un manuscrito detallando la historia de las tribus humanas primigenias. Entre observaciones, conjeturas y anécdotas con las que este narrador va detallando e ilustrando el desarrollo de la novela, conocemos los eventos que dan forma a una suerte de "historia". Esto no es más que nuestros ojos, a través de otros ojos, que miran un imaginario tiempo pasado siempre a través de los lentes de su época, ¿Cómo puedo yo comprender la conmoción de sentir empatía por un monstruo, sino solo a través de una imaginación germinada en mi tiempo? Esta será una interpelación muy presente a lo largo de la historia, reflejada a partir de diferentes sucesos. Las analogías usadas para representar ciertos eventos cotidianos en la vida de las grietas (como la menstruación) están adornadas con mucha creatividad y misticismo, así como los sucesos clave concernientes al progreso de la historia y la forma en que son abordadas las capacidades de ambas tribus: mientras las grietas tenían un avanzado desarrollo del lenguaje, un gran sentimiento de comunidad y de organización, los monstruos aprendían a dominar al ambiente y los animales, a través de la caza y la confección de herramientas. Este tipo de detalles dotan de mucha profundidad al universo de la obra, e incentivan al lector a entender las concepciones que atribuían nuestros antepasados (los implicados en esta novela) sobre ciertos fenómenos, comparándolos con las configuraciones que comprendemos en nuestra modernidad. Quizá solo sea por no tener la costumbre de abordar una historia desde este tipo de exposición, pero este tipo de acercamiento, el de narrar la historia como si fuera una leyenda, con el paso del tiempo termino por no encantarme demasiado. Personalmente porque prefiero motivaciones directamente involucradas entre las conexiones que desarrollan personajes más perfilados y detallados, que esta sensación de lejanía que imponía la obra sobre su historia, siempre bajo un lente mas parecido a una investigación antropológica que una narración más convencional. Por lo que en ocasiones me daba la sensación de que solo leía acciones y acontecimientos sin que existiera la influencia de algún personaje responsables de estos. Los eventos son expuestos con una carga conceptual que motiva mucho a la reflexión, pero que la mayoría de veces (aunque no siempre) su relevancia es más destacada por la implicancia histórica y epistemológica de su proceder, que por el impacto que ejerce el suceso sobre un personaje en particular. Esto releva la participación y accionar de los personajes a un estado secundario, y prioriza las observaciones rescatadas por el narrador. Entiendo que esto es en parte la idea de la obra, pero no termina de gustarme. Como dije, esta observación no es más que una preferencia personal, y creo que quien no tenga esta objeción puede disfrutar perfectamente de la historia. Personalmente me siento afortunado de haber conocido esta novela y a su escritora, y en el futuro me encantaría seguir explorando su trabajo leyendo más de sus libros.