Durante buena parte de su vida, Fogwill, al despertar, anotó sus sueños en el afán de no olvidarlos, de no clausurar en la vigilia esa ventana que se abría a otros mundos posibles. Y en este libro los narra, los explora, los ordena, los compara, interpelándolos desde ángulos tan diversos como personales, reflejo de sus múltiples intereses y pasiones
Había una vez que yo soñé algo y lo olvidé. Ese sueño y sus no imágenes me siguen hasta hoy, cuando han pasado casi treinta y nueve años. A eso se llama vivir, o haber vivido, pendiente de un olvido.