Esta no es una historia de terror ni un cuento típico de Navidad, es más que eso: es una historia de amor para cualquier día del año. ¿Quieres saber por qué? Abrígate hasta arriba y prepárate para la gran nevada. La noche de la gran nevada mi tío taló con su hacha, uno a uno, los sauces que había plantado junto a la cabaña. Y la nieve, que cubría todo el valle, se tiñó de la sangre que brotaba de sus manos astilladas. Ahora, años más tarde, he decidido contar lo que ocurrió aquella Nochebuena...
La gran nevada es un relato que se lee en nada pero que te deja una sensación tan bonita al terminarlo que lo hace difícil de olvidar. Es de esas historias que incluso puedes memorizar como un cuento para relatarlo después a alguien que esté dispuesto a escuchar. Al ser una historia tan corta no quiero mencionar nada sobre la trama pues todo lo consideraría spoiler, es mejor adentrarse sin saber nada y sorprenderte. Está tan bien escrito, que el autor en pocas palabras te hace sentir cada emoción. Desde el romance, un amor tan cálido que te llena, hasta la pérdida llena de tristeza, de impotencia y por último la nostalgia de aquellos que siempre recordaran con el corazón. En ocasiones hay cosas o lugares que después de leer sobre ellos en un libro toman otro sentido para mí, en este caso será el sauce llorón por el significado tan bonito que tiene para los protagonistas aquí. Una historia para leerse tranquilamente en una noche al abrigo de una cobija.
Un relato muy corto donde te habla del amor sincero y de la pérdida de un ser amado. En tan solo 10 páginas te relatan la vida y sentimientos de 3 personas y de un amor que vivirá a través de un sauce y recuerdos.
Un relato de 17 páginas que te deja una sensación de Paz y tranquilidad al terminarlo. Basado en el amor entre dos personas. ( Al ser tan corto no diré nada más, porque entonces se desvela el final).
Reseña completa en el blog "Lengua Sucinta": https://lenguasucinta.blogspot.com/2023/01/la-gran-nevada-de-holden-centeno.html
Entendí entonces que por mucho que mi tío estuviera cabreado, muerto de rabia y dolor, iba a ser incapaz de talar el sauce, porque hay cosas en la vida que no se pueden talar y hacer desaparecer por decisión propia.