Una historia breve pero que no deja indiferente al lector. Demuestra la realidad de las personas que nos rodean y que son invisibles para todos. Triste sí, pero también realista. Talvez algún día miremos reflejados en una pequeña llama a nuestros seres queridos que ya se nos adelantaron. Recomendable. Se derrama una lagrima, no importa si eres niño o si tienes 40 años o más.