Tres mil años atrás, los monstruosos Seres Oscuros surgieron de sus hórridos nidos subterráneos y acabaron casi por completo con la humanidad. Ahora, habían vuelto a atacar con incontenible violencia y apenas varios miles de supervivientes habían conseguido llegar a la antigua Fortaleza de Dare. En ella, incluso con el auxilio de las artes mágicas de Ingold Inglorion, las esperanzas de vida eran muy débiles. Para poder presentar batalla al salvaje horror de la Oscuridad, tenían que obtener la ayuda de la Ciudad Oculta de Quo, donde habían sido convocados todos los magos. Pero las llamadas de Ingold no conseguían atravesar la muralla de encantamientos que aislaba a Quo del resto del mundo. Acompañado de su discípulo, Rudy Solis, el viejo mago tenía que emprender un viaje de tres mil kilómetros a través de peligrosos y salvajes desiertos para llegar a la Ciudad de los Magos. Lo que iba a encontrar allí era algo que no sabía ni se atrevía a imaginar.
Quitando la primera parte, los primeros capítulos que me resultaron algo aburridos, el resto se ha mantenido dentro de la línea del primer libro. Particularmente lo que menos me está gustando es la forma de narrar de la autora en algunos momentos y en este libro en particular. Hay momentos que se hace pesada con tanta descripción, incluso repetitiva, no sé cómo explicarlo. Digamos que abusa en exceso, me ha descripto mil veces las nubes, el viento, el frio, las colinas etc. Se repite mucho y a mí me ha llegado a cansar.