Al quedar huérfanos, los hermanos Urrondo son enviados con los jesuitas de Loyola hasta que, unos años más tarde, la expulsión de la Reina de España, Isabel II, acarrea el cierre de las casas religiosas. Los Urrondo regresan a su caserío, en el valle de Araotz de Oñati, viéndose envueltos, pese a su aislamiento, en los enfrentamientos que se suceden entre carlistas y liberales. En el marco de la Tercera Guerra Carlista, Bittor y Eladio Urrondo se encontrarán, sin buscarlo, en posiciones enfrentadas y pelearán por la propiedad del caserío “Urondoa” y por el amor de una mujer, Julia. Esta es, ante todo, una historia de tradiciones, pasión, desencuentros y diferentes modos de ver la vida entre losmiembros de una misma familia, a mediados del convulso siglo XIX.
Era pobre , pero libre porque nadie le daba órdenes ni se inmiscuía en su vida , nadie le decía que hacer ni en que creer.
Tu casa está donde están las personas que te quieren , las que piensan en tí , te echan en falta y esperan tu regreso .