LA FIESTA DE LA INSIGNIFICANCIA

Hace tiempo que no leía un libro de Kundera. La insoportable levedad del ser me pareció una obra maravillosa. Luego me gustaron mucho otras novelas pero ya empezaban a superponerse tanto en las temáticas que abordaban que se me confunden al día de hoy unas de otras. La vida esta en otra parte y La ignorancia (o La añoranza), ambos buenos libros en forma independiente, pero tal vez no para leer el mismo año. Así fue que abandone a Kundera por un década. Vuelvo a Kundera con La fiesta de la insignificancia, el nombre me conquisto. La insignificancia como concepto, como palabra, es recurrente en mi vida. Lamentablemente el libro en si me pareció bastante insignificante justamente, no es el Kundera de la insoportable levedad del ser, no esta mal, es muy corto, y tiene algunas reflexiones interesantes, destellos de la genialidad del autor, pero mi impresión es que trata, pero no lo logra. Un buen libro, pero olvidable, nada más. Para pasar el rato, se lee en un viaje de una hora, pero puede decepcionar a quien recuerda La insoportable levedad del ser, y para quién no ha leído a Kundera le recomendaría mil veces antes que compre esa novela.

Libro corto, cargado de ironías, con algo de humor y agudas reflexiones sobre la vida, todo en el contexto de la relación de un grupo de amigos. Parece clásico ya que una historia narrada en Paris si no tiene a sus protagonistas desempleados o insatisfechos con su vida no es tal. No hay una historia en términos tradicionales. Me dejo sabor a muy poco. Si en lugar de Milan Kundera este libro fuera autoría de .......xxx probablemente tendría más críticas desfavorables. Se deja leer, nos permite reflexionar un poco sobre la vida y no mucho más. Fue mi primer acercamiento a Kundera.... empate en cero, me daré otra oportunidad.

Un libro muy corto lleno de aguda ironía. Primer libro que leo de Kundera. Me recordó a la ironía de Borges pero con estilo simple.

Libro corto, pero denso, muy denso.

Rodolfo Es el texto de la madurez intelectual de Kundera. Escrito con ironía cómica y/o pesimista. Una inusual descripción filosófica de los temas de la condición humana, a veces es también un pequeño ensayo que usa Kundera para contar su visión del mundo. Estoy por leerlo por tercera vez para seguir profundizando lo que el gran Kundera llama la insignificancia en esta vida.

Milan Kundera nos ha dejado este día 12 de julio del 23. Qué gran momento es este para no perder de vista los mensajes de un autor cuyas obras han sido un ejercicio filosófico. L’a fiesta de la insignificancia’ es un libro corto para leer apenas en un par de ratos anodinos como un desplazamiento en tren o bajo la sombrilla de la playa. Su grandeza se haya en una simpleza premeditada, que incluso algunos de sus más incondicionales lectores no han terminado de descifrar. En honor a su memoria, a su sabiduría, dejo aquí cinceladas algunas de las meditaciones en las que me ha dejado sumergida esta lectura y que mucho tienen que ver con los tiempos en que vivimos. Eso sí, no encontraréis aquí ni una pizca del argumento pues es este el tipo de lectura que cada uno debe hacer por sí mismo y concluir con su propia reflexión. La vida está tan llena de frivolidades, es tan insignificante, tan inconstante en su órbita, tan frágil que confirma la teoría del iceberg, y es que de esta no alcanzamos a apreciar nada más que la puntita. Se percibe claramente al leer a Milan Kundera, que apenas roza, en esta obra, su profundidad y, sin embargo, todo queda dicho con ingenio y magistral ironía entre líneas. Juega con nuestro reflejo y detalla el camino que seguimos, pormenoriza nuestra alma, nuestros recuerdos y nuestra historia repetida. Puedes seguir la lectura del texto en: https://astorgaredaccion.com/art/33536/la-fiesta-de-la-insignificancia

Es un libro de lectura ágil, pero que una vez que lees “La insoportable levedad del ser” te deja un gusto agridulce. Te esperas algo más, algo que no te deje indiferente. Alguna partes rozaban un absurdo que no supe interpretar (hablan idiomas inventados, fingen enfermedades). Echo de menos la delicadeza que había en su obra maestra. Sin embargo, siempre seguiré leyendo a Kundera, hay mucho que descubrir.

Típico libro de Kundera. Sólo que en esta oportunidad ha optado por echar mano más que nunca a la teoría del iceberg que se suele utilizar para escribir cuentos. Porque la historia que se va narrando deja entrever muchas otras por detrás, que quedan a la imaginación del lector. Lo cual en ciertas ocasiones debe ser celebrado, pero en otras no tanto. Para mi gusto es más de lo mismo: una narrativa aceptable que se entreteje con reflexiones filosóficas (para mí lo mas interesante). En este sentido la historia en sí deja sabor a poco; a diferencia de otras novelas cómo La insoportable levedad del ser o La inmortalidad.