León Roch representa al mundo de la ciencia, de la actividad práctica, del laicismo; su mujer, María Egipciaca, ejemplifica el tradicionalismo conservador, el ocio contemplativo, el cultivo de la exterioridad religiosa. Aunque la atracción física y la individualización amorosa logran durante algún tiempo aplazar el conflicto, las opuestas concepciones del mundo de los esposos terminan por imponerse a los sentimientos e imposibilitar la convivencia.
Año de publicación:1996
Esta obra del genio canario, sigue la estela costumbrista de sus primeras obras para mostrarnos un fresco de la aristocracia decadente del siglo XIX , que sumida en los rescoldos del Antiguo Régimen deambula entre la ruina material y moral . También es una profunda crítica anticlerical sin omitir una perspectiva irónica acerca de su reverso, el racionalismo positivista. Cuenta la historia de León Roch, un hombre hecho a sí mismo, acomodado y heredero de la alta burguesía industrial, que proyecta una vida ideal junto a su prometida María Egipciaca, hija devota y cándida de una familia aristocrática venida a menos. No tarda mucho en darse cuenta de la cima repleta de obstáculos que se avecina, marcada por la frialdad y el desprecio al que le somete su esposa debido a su carácter erudito y huidizo de los férreos dictados del credo católico. Su calvario conyugal se ve acentuado por la presencia constante de los miembros de su familia política, a los que salva de apuros económicos mientras es testigo de sus vicios y derroches. Es una novela que por encima de todo reivindica la libertad del individuo y el amor sincero, sensual y cómplice, frente a los corsés morales de una sociedad hipócrita que rinde culto a la apariencia y la beatería a costa de la bondad y la honestidad de sus miembros.