Sinopsis de LA EXPEDICION DE LA "KON-TIKI"
Decimocuarta edición de esta obra que nos narra las aventuras de la expedición de la Kon-Tiki. Habiendo descubierto que los predecesores de los incas y los antiguos habitantes de ciertas regiones de Polinesia adoraron a un mismo dios solar, llamado Kon-Tiki, el autor de este libro dedujo que los primeros pobladores de las islas del Pacífico fueron americanos de los tiempos preincaicos. Pero otros investigadores objetaron que en aquella época remota, los aborígenes peruanos sólo poseían balsas, con las que era imposible cruzar el Pacífico. Para demostrar la exactitud de su hipótesis, Thor Heyerdahl hizo construir una balsa, fiel imitación de los modelos antiguos, y, en compañía de cinco camaradas, intentó la experiencia y la llevó a feliz término. Por una venturosa coincidencia, el sabio etnólogo e intrépido explorador que nos refiere la aventura es también un escritor notable: posee un admirable don descriptivo, un delicioso humorismo, un estilo claro y vivaz. Tales atractivos acrecentan el valor de un relato cuyos sucesos son ya de por sí comparables con las más sorprendentes creaciones de la imaginación.
4 reseñas sobre el libro LA EXPEDICION DE LA "KON-TIKI"
Primero, una aclaración pertinente: existen dos obras similares que pueden generar confusión acerca de este tema; ambas escritas por participantes de esta singular odisea: "La expedición de la Kon-Tiki" del noruego Thor Heyerdahl, y de otro lado, "La isla de la Kon-Tiki", escrita por el sueco Bengt Danielsson. Afortunadamente en la biblioteca de mi casa las tuve ambas, publicadas por Ediciones Selectas y Editorial Juventud, respectivamente, en los años sesentas, y como la segunda no está entre las obras relacionadas en esta web, la comentaré brevemente también. "La expedición de la Kon-Tiki" se centra en los detalles de la expedición que realizaron estos aventureros y estudiosos escandinavos, desde la aprobación del proyecto y la consecución de fondos para acometer su osada travesía, mediante la cual pretendían demostrar su teoría: que pueblos primitivos con tecnologías rudimentarias pudieron haber cubierto grandes distancias para poblar territorios lejanos, por lo que viajaron desde la costa pacífica sudamericana hasta el archipiélago Tuamotu, en la Polinesia, utilizando una balsa y ajustándose estrictamente a los materiales y tecnología disponibles para los antiguos nativos . Lógicamente, el viaje estuvo plagado de peligros al no tener ayudas de navegación. "La isla de la Kon-Tiki" tiene como eje espacial y temático la isla de Raroia, a la cual arribó la expedición, y que enamoró tanto a su autor que decidió quedarse a vivir en este paradisíaco archipiélago alejado de la civilización. Contiene una cantidad de detalles y particularidades, como por ejemplo, los curiosos nombres de los lugareños, las formas primitivas de preparar sus comidas (la base de su alimentación era el pescado y la copra, que a la vez era casi como la moneda para intercambios comerciales). En mi opinión el segundo libro es mucho más íntimo y por ello me gustó más, pero ambos son recomendados para una lectura amena e interesante que deleitará a quien quiera profundizar sobre estos temas de antropología y etnología.
Un clásico de la editorial Juventud . Seguramente han sido muchas las sucesivas generaciones que se han dejado llevar por la alocada aventura de Heyerdahl y sus compañeros de odisea atravesando el pacífico en una embarcación de juncos de totora.
Kon Tiki debe ser un libro leído por los amantes de la cultura inca, también por quienes vivimos en los países donde se asentó el Tahuantinsuyo; este libro impone un importantísimo criterio de quienes llegaron a ser los incas, Tupac Yupanqui, sus ascendientes y descendientes crearon un imperio organizado, de alto control de las masas, pero en todos los reinados el impulso por descubrir tierras y conquistar a pueblos fue tan amplio como el viaje que hizo Tupac y lo recreó Thor Heyerdahl. Para nuestros pueblos andinos es parte de nuestra identidad, hagámosla conocer.
Mi reseña es brevísima. Gracias al libro me enteré que en casos extremos de falta de agua para los viajeros, suelen consumir la sanguaza de los peces muertos para satisfacer la sed.
