El enternecedor y laureado relato autobiográfico de Esther Hautzig se ha convertido en un auténtico clásico leído por sucesivas generaciones en Estados Unidos y Europa. Publicado hace casi cuarenta años y traducido ahora por primera vez al castellano, narra la historia de Esther y su familia, quienes a principios de la Segunda Guerra Mundial fueron deportados a Siberia, donde hubieron de permanecer cinco años. Arrestados en su casa de Vilna, Polonia, Esther, sus padres y su abuela son encerrados en vagones de ganado y enviados a un penoso viaje cuyo destino desconocen. Tras seis largas semanas, el tren se detiene en Rubtsovsk, una remota localidad de la inmensa estepa siberiana. Siberia es el final del mundo, el sitio elegido por los soviéticos para castigar a los delincuentes comunes y a los disidentes políticos. Confinados en aquel agreste lugar, sólo la fuerza y el ingenio les permitirá no sucumbir y sobreponerse a las condiciones más adversas. Elogiada por el contagioso optimismo con que la joven Esther recuerda su terrible peripecia, la obra fue nominada al Nacional Book Award en 1969 y recibió numerosos premios, entre ellos el Lewis Carroll Shelf Award, Jane Adams Childrens Book Award, o el Prix du Livre pour la Jeunesse de la Fondation de France, en 1987.
Analizar este libro desde su estructura o desde las habilidades literarias de la autora sería un error. La historia trata sobre su propia vida, la autobiografía de la autora, quien con su familia fue deportada por los soviéticos desde Polonia a Siberia a mediados de la segunda guerra mundial. Si bien lo que le tocó vivir no fue tan atroz ni violento como lo sucedido en los campos de concentración, su relato nos invita a reflexionar sobre la gratitud, la solidaridad, el esfuerzo, la superación personal, la importancia del optimismo y ante todo, sobre la libertad, y que linda es la libertad!. Sin dudas hay libros muchos mejores sobre estos temas, y más emocionantes, pero no deja de ser una historia conmovedora.-
Historia de la deportación de una familia polaca y judía, a Siberia. Todo desde la perspectiva de la hija q llega siendo una niña y se va siendo una adolescente. La historia es bonita por su optimismo y por como aprovecha todo.... todo lo ve como una oportunidad. Dura: pq les quitan todo, los desubican, los envían a un sitio donde el tiempo jamas es un buen amigo y sin nada. Pasaran mucho hambre, mucho calor, mucho frío. En época de endemia, donde escuchas por la tele gente quejarse pq según ellos tienen que salir a divertirse, pq por edad es lo que les toca, les daba este libro para leerlo. Para que vieran q uno vive no con respecto a la edad que tiene, sino según las circunstancias que les ha tocado vivir. Y creo que peor que esta pandemia, es vivir una guerra o una postguerra. El optimismo de Esther a veces es envidiable, pero hay otras veces q me ha resultado algo cargante. Estar escasos de todo y q fuera 4 veces a ver la misma película, con el gasto que conllevaba, me parece de lo mas egoísta por su parte. Incluso me sorprende que ella misma no pensara en ello. Tiene esos pequeños puntos que no me cuadran.
Una historia real que proviene de las memorias de Esther Hautzig una exiliada polaca al territorio de la ex unión de la república socialista sovietica, Siberia. Gracias al impulso de Adlai E. Stevenson un diplomático Estadounidense este libro pudo ver la luz, el motivó a Esther a escribirlo. Este relato trata sobre las desventuras, hostilidades, y necesidades que tuvo que pasar su familia perdiéndolo todo en la 2DA guerra mundial. Cambiando su cómoda vida de riqueza y placeres a la pobreza y desigualdad que tuvo que soportar en Siberia,es un libro que recomiendo a aquellas personas que gustan de historias reales de la 2da guerra mundial, a esas personas que ya leyeron el hombre en busca de sentido, el diario de Ana Frank entre otras. Un relato inspirador que en muchos momentos nos hace parar y reflexionar.