LA ESTACIÓN DE LAS MUJERES

Es mi segundo libro de esta escritora y este libro lo he disfrutado. Partí leyendo cada capitulo donde un narrador nos presenta a una protagonista y como a las 50 páginas recién me di cuenta que estas mujeres estaban vinculadas. Es una novela corta, por lo que no quiero develar mucho. pero uno logra empatizar con las protagonistas y su necesidad de cambio. Lista 2021 Septiembre: Chile en la mira 3.

Me gustó mucho este libro aunque debo reconocer que me gustaron tanto los anteriores de esta escritora que quizás tenía muy alta más expectativas. De todas formas me gustó mucho y me sigue gustando mucho la prosa y si estilo para narrar en pocas hojas la vida casi completa de una persona.

Hace un tiempo, pocos años, creo, que me cuesta mucho "digerir " los escritos de autores/as sudamericanos/as. De este que nos ocupa, apartando el personaje Margarita, no he logrado comprender apenas nada de los demás. He notado un desvarío de ideas, una dispersión en la expresión de la autora, que me desconcierta, me turba no captar su mensaje. Quizás mis neuronas estén menguando al igual que la sensatez en los políticos de mí país. No lo sé. En fin, si lo leéis, veré con atención vuestras reseñas y clasificaciones. Esta frase la entendí: " Cuando tu no estás me viene de pronto una especie de borrachera de amargura, algo como una llama infernal que me cae a las entrañas y que me da una agonía sin sangre y sin llanto ", Leedores/as: abrigaos.

Me gusto mucho este libro aunque debo reconocer que me gustaron tanto los anteriores de esta escritora que quizás tenía muy alta más expectativas. De todas formas me gustó mucho y me sigue gustando mucho la prosa y si estilo para narrar en pocas hojas la vida casi completa de una persona.

Efectivamente esperar es desaparecer. Es tan impactante esa frase que la estamparía en una polera. Las dualidades presencia y la ausencia, la visibilidad y el perderse en el anonimato. Esperar es desaparecer. O haces algo, o no existes. Siempre he amado a Carla Guelfenbein. Desde que tenia 16 años, en el verano del 2016, cuando compré El revés del alma y lo leí solo en un día. Ademas, otros paralelos de ambos libros; El revés, su primera publicación, cargada de tecnicismos desde lo biológico (la autora es biológa experta en génetica de población) y referencias inglesas. La estación, su última novela, más cercana a la raza de los poetas. Por otra parte, ambas obras son narradas exclusivamente con voces femeninas y además cada capítulo lleva el nombre y la narración de una mujer diferente. En El revés serían Ana, Cata y Daniela. En la estación son Margarita, Juliana, Elizabeth y Doris. La estación de las mujeres (Alfaguara, segunda edición, julio de 2019) es un libro breve; lo termine en solo tres sesiones. No obstante, me pareció de una complejidad inacabada. Desee leer más, que Carla hubiese profundizado más. Disfruté como Carla logra mezclar en una misma narración personajes reales y de ficción; como se entrelazan, se enfrentan y coinciden. Aunque en ocasiones sentí, que cada capítulo cierra de manera tan única, que falta ese hilo más delineado que une las demás historias. Cada capítulo es tan acabado que no necesita por si solo los demás capítulos para que se comprenda y se disfrute. Positivo y negativo a la vez, sin duda. Como en cada obra de la autora, la narración desde lo femenino es central. La cuestión sobre la libertad, los límites, las ataduras. Además, es de una narración valoro elegante, uno de los aspectos que más valoró de Carla. Finalmente, el corazón mayor de esta novela es Gabriela Mistral, a pesar de que no aparece como un personaje en sí. Algunas frases me resultaron geniales: “... aquello que te hace feliz es también lo que te hace desdichada (p. 62); “Es el amor acaso una forma de ser infeliz? (p. 63); “Fue Anne, por voluntad propia, o fuimos nosotros los que pasamos día a día frente a ella, sin verla, quienes la volvimos invisible? Acaso las personas desaparecen para que alguien las vea?” (p. 68); “... a pesar de su exultación, el sexo produce tristeza. Tal vez porque tocas algo que sabes efímero” (p. 79); “A veces todo lo que necesitamos es que alguien nos acompañe a la cueva para no tener que entrar solos en su verdad” (p. 126)

Igual de agradable que siempre la escritura de la autora aunque esté libro tiene un no se que que no me termina de enganchar

Bueno

Una novela interesante, bellamente escrita que narra sobre la vida y experiencias de varias mujeres de distintos tiempos. También Carla Guelfenbein mezcla personajes reales y de ficción. No le puse más estrellas porque la historia en sí no me cautivó como esperaba.