Los aprendizajes importantes, por lo general, no se dan vinculados al ámbito académico sino a la vida misma. A lo largo de la historia de la humanidad grandes hombres y mujeres, no vinculados a la academia, nos han dejado grandes enseñanzas.
Conocía la obra de William Ospina por sus novelas y poemas, pero no había tenido la oportunidad de leer sus ensayos y opiniones. La Escuela de la Noche es una recopilación de ensayos, artículos y discursos en los que reflexiona sobre la educación y la cultura como fundamentos del desarrollo en general y de América Latina en particular. Con agudeza, desenvoltura y contenido académico nos brinda su visión analítica de estos tópicos, en contraste con la perspectiva europeista y la agenda neocolonial. De esta forma destaca el saber de los pueblos frente al castrante rigor académico, estudia el avance de la tecnología en la enseñanza (con sus ventajas y desventajas), rescata la voz de los jóvenes frente a la senectud dictatorial de los docentes y padres, a la luz de líneas filosóficas de avanzado cuño. Y nos deja, entre muchas, esta reflexión: "... no fueron los sabios doctores sino los pueblos ignorantes quienes acuñaron las lenguas, refinaron los oficios, ennoblecieron el mundo de leyendas y mitologías y encontraron en su camino a los dioses. Que la más honda sabiduría siempre brotó de las almas en contacto con la realidad, y siempre fue el fruto de un movimiento del espíritu creador, no una repetición de cosas sabidas... el saber no puede ser transmitido por la violencia ni por la codicia, sino, a lo sumo, como pensaba Goethe, por el amor."
"Lo que gobierna nuestra época es el deslumbramiento ante la astucia, la fascinación ante la extravagancia, el sometimiento ante los modelos de la fama o la opulencia."