Se ha afirmado que estamos en la era posmoderna. Estallido de lo social, disolución de lo político: el individuo es el rey y maneja su existencia a la carta... Este libro ausculta esa mutación esencial e investiga los rasgos significativos de los tiempos actuales, tan alejados de la rebelión y el disentimiento característicos de los años de expansión. Nuevas actitudes: apatía, indiferencia, deserción, el principio de seducción sustituyendo al principio de convicción, generalización de la actitud humorística. Nueva organización de la personalidad: narcisismo, nuevas modalidades de la relación social, marcadas en particular por la reducción de la violencia y la transformación última de sus manifestaciones. Nuevo estado de la cultura: agotamiento y derrumbe de lo que ha significado la vanguardia durante el siglo XX. El autor atribuye el conjunto de estos fenómenos a un mismo factor: el individualismo es el nuevo estado histórico propio de las sociedades democráticas avanzadas, que definiría precisamente la era posmoderna.
Gilles Lipovetsky y "La era del vacío" (1983), una mirada hacia la sociedad posmoderna y el proceso de personalización (atomización social en concomitancia a la vacuidad relacional y desubstanciación del Otro). La lógica de la libertad ilimitada en beneficio de la satisfacción narcisista, siempre insatisfecha. . “Aparece un nuevo estadio del individualismo: el narcisismo designa el surgimiento de un perfil inédito del individuo en sus relaciones con élite mismo y su cuerpo, con los demás, el mundo y el tiempo, en el momento en que el “capitalismo” autoritario cede el paso a un capitalismo hedonista y permisivo, […] y se extiende un individualismo puro, desprovisto de los últimos valores sociales y morales, […] la propia esfera privada cambia de sentido, expuesta como está únicamente a los deseos de los individuos.”