Un monumental mosaico de sentimientos a flor de piel. Un libro tan hermoso como sabio. Ángeles Mastretta recupera destellos de vida desde tiempos de sus abuelos en torno a un gran secreto familiar: el silencio de su padre, que luchó en Italia durante la Segunda Guerra Mundial y volvió a México al cabo de cuatro años que quedaron enterrados para siempre en su memoria.
Angeles Mastretta, en un genero que definitivamente no se le da bien, el autobiografico, el libro es lento, tedioso, con saltos inusitados, que dejan perplejo , inacabado, Se extraña a la escritora de “Arrancame la Vida, “ que con esta entrega si aun no me la ha arrancado estuve a punto de arrancarmela yo
ESPANTOSO, terriblemente malo, sin ton ni son, aburridísimo... enorme decepción después de "Arráncame la vida" y "Mujeres de ojos grandes" Fue todo un acto de disciplina (¿o de masoquismo?) terminarlo. Ojalá siga escribiendo novelas, que se le da muy bien, y no vuelva a intentar sorprendernos con autobiografías o memorias...
Creo que la emoción son de sus cosas. No logra arrancarnos mayor interés. Cuenta anécdotas, vivencias pero muy personales que nos alejan de las emociones. No nos dicen nada. Me gustaría haber sabido más de su vida literaria. Lo acabé por ver cómo terminaba. Pero al principio llegó a aburrirme. La segunda parte tomó más ritmo, pero no captura.
Simplemente me encantó. Ángeles Mastretta tiene una facilidad increíble para comunicar con sencillez sentimientos acerca de la vida cotidiana. Reflexionando sobre sus orígenes nos muestra su emoción por las cosas.