Clarissa von Zweig posee el mejor puesto al servicio del príncipe arzobispo Markus Sittikus de Salzburgo: es la doncella virgen del reino. Sólo debe cumplir las tres reglas impuestas por su soberano: alejarse de las tentaciones, cuidarse de los demonios y no morir. La última es la más difícil de las tres. La doncella está rodeada de constantes peligros, pues es el señuelo para atrapar la máxima quimera del arzobispo: un unicornio.la doncella de la sal