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Sinopsis de LA CHICA DE LOS SIETE NOMBRES
Una trepidante historia real que se lee como una novela. A los diecisiete años, Hyeonseo Lee sabía poco del mundo que había más allá de las fronteras de Corea del Norte. Aunque algo intuía. A diferencia de sus conciudadanos, atrapados, como ella, bajo una dictadura feroz, su hogar, situado junto a la frontera china, le permitía tener algún atisbo de lo que había más allá. De modo que cuando, a mediados de los noventa, la hambruna asoló el país Hyeonseo empezó a hacerse preguntas. Vivía rodeada de represión, pobreza y hambre: sin duda su país no podía ser, como le habían dicho siempre, «el mejor del planeta», ¿verdad? Sin haber cumplido aún la mayoría de edad, Hyeonseo decidió cruzar la frontera en dirección a China. Sólo por unos días, pensó. Pero su escapada se hizo pública y regresar suponía poner en riesgo a toda su familia. Aprendió chino rápidamente, en un esfuerzo por adaptarse y sobrevivir, y doce años después regresó al punto de partida con el objetivo de hacer pasar la frontera a su madre y a su hermano, y establecerse con ellos en Corea del Sur, un propósito que se revelaría arduo y extremadamente peligroso. Lo que se cuenta en este libro es la historia no sólo de la huida de Hyeonseo y sus largos años de vida en la clandestinidad, sino también de su paso de la infancia a la edad adulta, de su reeducación, de su habilidad para reconstruir con éxito su vida, no una vez, sino dos, primero en China y luego en Corea del Sur. Fuerte, valiente y elocuente, su voz es también buena prueba del triunfo del espíritu humano frente a la arbitrariedad de uno de los regímenes más brutales del mundo.
5 reseñas sobre el libro LA CHICA DE LOS SIETE NOMBRES
Este libro fue mi mejor lectura de 2020. Me dejó con vacío existencial del que apenas estoy saliendo; no miento cuando digo que me cambió la vida, Hyeonseo es una inspiración, no podía soltar el libro, me tenía en un suspenso increíble. Cuando lo terminé sentí que pude soltar el aire porque leer esta historia se siente como si estuvieras conteniendo la respiración. Lloré de felicidad y satisfacción con el final. En fin, que es un libro que necesitan en su vida ya.
Interesante y entretenido. Pese a que lo descrito sobre la situación Norcoreana sí es muy impactante, quizás yo tenía expectativas que fuera aún más crudo o explícito, pero hay que entender las limitaciones y valorar la sinceridad de la autora, que describió lo que vivió. Es lamentable cómo la concentración del poder en un sólo individuo puede afectar tanto la vida de miles y más triste aún es que este tipo de dictaduras parecen invulnerables y eternas.
Libro recomendado, nos enseña qué en la vida se puede salir adelante a pesar de los obstáculos, siempre y cuando uno se lo proponga y luche para alcanzar cada meta. Además también hace mención de algo muy importante, algo que muchos no quiere ver o no lo quieren aceptar, vivimos en un mundo muy competitivo y cambiante.
Hyeonseo Lee nos cuenta su historia como desertora Norcoreana en China y en Corea del Sur; nos muestra un país con un régimen oprimente y con creencias demasiado cerradas y llena de mentiras. En la historia también nos relata cómo ayuda a su familia a huir de Corea del Norte, pasando por China y Laos, y como el mundo está lleno de corrupción sin ayudar a las personas que realmente lo necesita. Me encantó el libro, la narración a cada tanto te deja un poco de frustración por todo lo que tuvieron que pasar hasta llegar a su meta.
La chica de los siete nombres nos regala un avistamiento a una realidad palpable, la de un pueblo oprimido que no sabe que abusan de él, ignorante y ciegos confían en un régimen absurdo, considerando a su mandatario los ''Gran líder Kim'' como a dioses, siendo peor delito no adorarlos que matar. Pero la huida de Corea del Norte, no es tan fácil ni tan bella, después de cruzar la frontera, la ilegalidad y las personas que se aprovechan de eso hacen que la vida de un desertor norcoreano sea un infierno, en busca de una mejoría se encuentran con mundo muy avanzado y pocas personas capaces de condolerse de sus penas, viéndolos a ellos como una oportunidad de ganar dinero al regresarlos a Corea del Norte y sean enviados a campos de trabajo o fusilados por desertores. Una tierra en donde los derechos humanos no existe, Hyeonseo le toca pasar muchos años para reencontrarse con su familia, desarraigar la creencia irracional que Corea del Norte es el mejor país de mundo, concebir que la libertad aunque más dura de lo que se esperaba vale la pena, y la posibilidad de ser una voz, un grito de auxilio por millones de norcoreanos.
