Sinopsis de LA CARRETERA

Una demoledora fábula sobre el futuro del ser humano, una historia post-apocalíptica sobre un viaje emprendido por un padre y su hijo. En un mundo apocalíptico donde llueve ceniza, un hombre y un chico cruzan a pie el territorio norteamericano en dirección al sur. El hambre es mucho más que una preocupación diaria: es la medida de todas las cosas, y las bandas de caníbales asolan el país convertido en un yermo donde solo la barbarie ha echado raíces. El amor de un padre por su hijo es, sin embargo, la única luz de una tierra que ha perdido a sus dioses. Quizá el fuego de la civilización no se haya apagado para siempre.

84 reseñas sobre el libro LA CARRETERA

Si son de los que entran a este libro buscando el caos apocalíptico, la devastación, las escenas intrépidas y morbosas al mejor estilo Mad Max...VAN MAL. Se decepcionaran, y peor aún, se perderán la verdadera belleza de este libro. Pueden venir hordas enteras a decirme que es tedioso, repetitivo y lento, y aun así, me encontrarán de pie, sacando pecho y repitiendo sin cesar que este libro es poesía pura. Un relato sentido, reflexivo, triste y bello de los que entran en uno, echan raíces y se quedan para siempre. Y si bien el horror de la tierra muerta y de una sociedad que se pudre está presente, el verdadero dolor lo sentí en los momentos más tranquilos y cotidianos de este hombre y su niño, desesperados por sobrevivir y alzarse ante la nada misma que genera saber que no hay un mañana, no hay un futuro...solo desesperanza. Yo sé que este libro es mucho más, pero soy madre y no puedo dejar de creer que "la carretera" es en realidad una metáfora cruda y bella de lo que significa para un padre dejar ir a un hijo. Este tipo intenta protegerlo pero sabe que en algún momento terminará dejándolo solo. Y esta desesperación, esta angustia que todo padre siente cuando piensa lo que será de sus hijos cuando ya no esté, esta certeza abrumadora de saber que cuando se tiene un hijo, ni la vida ni la muerte nos pertenecen solo a nosotros, que no podemos irnos, no podemos renunciar porque los abandonamos, los dejamos desamparados, y esta desazón inexorable que nos carcome cuando al final entendemos que hagamos lo que hagamos será inútil, que llegará el día en que no estaremos, no los podremos cuidar, no podremos acompañarlos, ni consolarlos, ni amarlos...esa sensación yo la conozco y la reconozco. Todo padre lo hace. Para mí eso es "la carretera". Bellísimo. No lo olvidaré. Nunca.


La carretera es un libro ambientado en un argumento post - apocalíptico y comienza in media res. Y quienes lo protagonizan son un hombre y un niño, padre e hijo, que se encuentra en la carretera en dirección al sur. De ellos no sabemos el nombre, solamente nos vamos enterando de unos pocos detalles de su vida. En la inmensidad de la Tierra y lo único que tratan de hacer, es sobrevivir dentro de la nada misma. Es una historia de lucha para mantenerse en pie, seguir y avanzar o morir… literalmente ¿Qué tan perdida está la humanidad? El libro tiene un duro comienzo, en mi caso, donde me costó empezar las primeras páginas pero una vez tomado el camino, no lo solté. Es de esos que duelen terriblemente y que mantienen en vilo. No es un libro que se destaque por su acción, pero algo tiene. Lamentablemente no creo que sea un libro para cualquiera, solo para aquellos que decidan tomar el riesgo y disfrutarlo porque al final solo hay dos opciones, gustarte o disgustarte, no creo que dejen indiferente a alguien. Todo el tiempo queremos saber qué sucede por lo que vamos páginas tras páginas, así, sin más. La fuerza de un papá para hacer hasta lo imposible para proteger a su hijo y este a su vez, estar a su disposición me conmovió demasiado (puras lágrimas 😭). Realmente no conozco el sentimiento de tratar de proteger con todas las fuerzas a un hijo, pero tengo mucha empatía, y el dolor, la frustración, la desesperación, la incertidumbre o incluso la felicidad o la esperanza, lo sentí, absolutamente todo. Este libro me llevó y me aferro con fuerzas. Cormac McCarthy escribió algo extraordinario, totalmente inolvidable para mí. 🚨Si te gustó esta reseña, el like en el corazón de arriba a la derecha o en ambos corazones 💙❤️. MUCHAS GRACIAS ♥️♥️♥️😊


Esta novela no la he disfrutado. Más bien la he sufrido, pegado a sus páginas hasta el punto final. Don Cormac ha hecho conectarme como pocas veces con una trama, de lo que tal vez puede ser el último drama humano que nos podamos imaginar sobre la Tierra. Dos seres humanos se mueven penosamente por una carretera que atraviesa parajes calcinados, pueblos abandonados, ríos contaminados en los que no quedan indicios de vida. ¿Qué pasó? Se intuye o se deduce. Son un padre y su hijo pequeño. El padre lucha por poner su hijo a resguardo y se aferra a una lejana esperanza. Es una lucha contra todo y contra todos, y decir “todos” no es en sentido figurado. Pero, mientras tanto “Las cosas van cayendo en el olvido y con ellas sus nombres. Los colores. Los nombres de los pájaros. Los alimentos…” Y todos nos sumergimos en ese mundo en que sólo hay distintas tonalidades de gris. Ambos, el padre y el hijo no tienen nombre, pero no importa, porque son los representantes de todos nosotros. Los que luchan por preservar ese cada vez más tenue hilo de la vida. Portando el fuego, porque son de los buenos. Ese fuego que está en tu interior y en el mío. Los que a pesar de todo creemos en la civilización. ¿Aparecerán Los rayos que muestren un camino de salvación atravesando la siniestra penumbra? ¿La bondad se hará presente? Porque así ha sido siempre (o al menos muchas veces) y ojalá así volverá a ser. Este es mi anhelo también, al terminar este libro estremecedor.


Siempre sentí una fascinación perversa hacia los mundos posapocalipticos, y por supuesto soy un acérrimo entusiasta del género del terror y Cormac Mccarthy logró combinar mis dos fascinaciones en un relato sublime. "¿Por qué crees que vamos a morir? No tenemos comida. Ya encontraremos algo. Vale." Cormac nos relata la historia de un hombre y su hijo (jamás sabemos sus nombres) solos en una carretera en el fin del mundo. Un cataclismo ha asolado la humanidad dejándola convertida en un universo gris, inhóspito y desolado. En el libro no se cuenta el origen de ese cataclismo ni qué es exactamente lo que ha ocurrido solo nos dan una pista oscura: "Los relojes se pararon a la 1.17. Un largo tijeretazo de claridad y luego una serie de pequeñas sacudidas". Pero el origen del desastre jamás lo descubriremos, no sabemos si fue una guerra nuclear, o un astéroide, solo sabemos que el mundo está muerto, no existen ni siquiera los animales, estamos solos. "Todo va a ir bien, ¿verdad, papá? Sí. Todo irá bien. Y no nos va a pasar nada malo. Desde luego que no. Porque nosotros llevamos el fuego. Así es. Porque llevamos el fuego." Y eso es todo, lo que sigue es una opera a la desesperación, te conviertes en un espectador privilegiado, invisible e impotente que profusamente quiere ayudar al hombre y al chico, pues sientes la sensación de soledad desgarradora y hambre, y cuando digo que la sientes me refiero exactamente a eso, el escritor no te dice "tienen hambre", te hace experimentar junto a ellos la abrumación del hambre que se va haciendo intolerable a medida que los días pasan y pasan hasta que finalmente cuando sientes que ya no pueden más y encuentran unas manzanas secas no puedes más que sentir junto a ellos el placer y las ganas de llorar ante ese regalo, y hace lo mismo con el frío, y hace lo mismo con el miedo. "No se ha ido, dijo el chico. Levantó los ojos. La cara con churretes de hollín. No se ha ido. ¿Que quieres hacer? Pues ayudarle, papá. Solo ayudarle. El hombre volvió a mirar carretera allá. Solo tenía hambre, papá. Se va morir. Se morirá igualmente" Y para finalizar no creo necesario recalcar lo obvio pero lo haré igualmente, la novela me ha encantado, es una verdadera y digna merecedora del Pulitzer que ganó , una muestra espléndida de como un escritor puede trasladarnos a mundos que sin ser felices o agradables son fascinantes. La prueba es que este libro no lo puedes soltar hasta finalizarlo, te hace experimentar en cada capítulo las decisiones morales, la desesperación, la melancolía de un mundo destruido pero hasta el final mantiene ese pequeño fuego de esperanza, ese fuego que está dentro de nosotros . Muy recomendada lectura. "¿Todavía somos los buenos? Si. Todavía somos los buenos. Y lo seremos siempre. Si. Siempre. Vale.


La carretera, de Cormac McCarthy Un padre y su hijo, solos, caminando sobre la carretera de un mundo destruido por algún evento que ha llenado el mundo de ceniza, que en su paso ha quemado todo. ¿Cuál es el propósito de seguir viviendo en una situación similar? El niño no lo sabe, solo cree en su padre, en que deben seguir adelante, a pesar de toda la destrucción y las acciones de “los malos”, porque “nosotros somos de los buenos”. Es así como el niño irá formando sus propios conceptos. Por su parte, el padre es un hombre que ama a su hijo, que literalmente vive por y para él, ¿con qué propósito?, el mismo no lo sabe, pero debe seguir adelante hasta que sus fuerzas se lo permitan. Un libro que derrite el corazón igual que todo en ese mundo se ha ido deshaciendo, que se regocija en cada golpe de suerte al encontrar comida o algo que les ayude en su camino. Pero que también se quema con cada tropiezo, con cada encuentro desafortunado. Un libro para leer cuando no sabes que hacer con tu vida, cuando añoras un motivo para vivir. Recomendado. Leído en mayo de 2023. CITAS Ten presente que las cosas que te metes en la cabeza están ahí para siempre. Olvidas lo que quieres recordar y recuerdas lo que quieres olvidar. ¿Qué es lo más valiente que has hecho? Levantarme esta mañana, dijo. Si no cumples una promesa pequeña tampoco cumplirás una grande.


En un mundo post apocalíptico un padre y su hijo andan por una carretera. El autor nos los tira ahí. Sin nombres, sin pasado, sin historia y sin porqué de toda la cuestión. A lo largo de las páginas, y a través de los ojos de los personajes, vemos qué quedó de lo que conocían... Escombros, restos, cadáveres, muerte, desolación y, por supuesto, en compañía de una hambre y un frío atroz. Si bien maneja un lindo suspenso, sentí que ese suspenso no fue retribuído... Sentí que literalmente no pasó nada. En muchos lugares leí que lo importante es la relación padre e hijo, sin embargo esperaba "algo" o una explicación al caos (lo cual o me lo perdí o no lo menciona nunca) o bien una escena de acción, un climax o algo no esperable. Entretenido, pero se ve le había puesto mucha expectativa 😞


"Donde los hombres no pueden vivir a los dioses no les va mucho mejor." Una frase que define muy bien tono sombrío, donde la muerte y el hambre es mucho más que una preocupación, se ha convertido en el acompañante diario de un nuevo mundo apocalíptico donde llueve ceniza y el lugar donde la barbarie ha echado raíces. Un hombre y su hijo vagan por una carretera en pos de un horizonte bañado por un mar que devuelva algo de sentido a sus vidas. Cormac McCarthy plasma mediante una prosa directa, parca y sin concesiones un fin del mundo de manera devastadora y desoladora. El apocalipsis llega en un abrir y cerrar de ojos, los motivos no importan, sólo llega. Y es uno de sus puntos fuertes, no necesitamos conocer los motivos. Simplemente es un desgarrador viaje donde acompañamos a dos muertos en un futuro gris. Todo el relato está bañado de un tono pesimista, donde jamás se rompe. Hay novelas que son para sufrirlas, La carretera es una de ellas. La supervivencia es la medida de todas las cosas que rigen el nuevo mundo, las bandas de caníbales o pandilleros asesinos asolan el paisaje, solo una luz (o el fuego) lo llevan un padre y su hijo. Pueden tachar al libro de que no pasa absolutamente nada o prácticamente muy poco, y lo cierto es que pasan muchas cosas. Solo hay que pararse a pensar esa frase, ese párrafo con detenimiento. Una novela durísima que me ha enganchado pese al dolor que produce embarcarse en ella. McCarthy narra hechos terribles con un lenguaje y estilo muy particular pero perfecto con el tono pesimista de la historia. Un relato de terror más que de ciencia ficción, un ensayo filosófico de unos hechos no tan descabellados. También de amor incondicional entre tanta oscuridad, tristeza y desesperanza... o no. Un final ambiguo nos plantea inquietantes interrogantes.


Futuro post-apocalíptico. Aterrador. Apenas quedan humanos. No hay animales, ni alimentos. No hay esperanza. (De esta saldremos más fuertes). Un padre y un hijo huyen, huyen, huyen... Solos... Eternamente. ¿ Hacia donde? ¿Hacia quién? No hay apenas personas pero es mejor no encontrarlas. Ni te imaginas la maldad. (De esta saldremos reforzados). He visto una pandemia , un apocalipsis en la novela y he recordado los tiempos de nuestro Covid. De esta saldremos siendo mejores personas, se decía. Algunos salieron siendo más ricos, otros no salieron. La vida sigue ¿igual? No hemos aprendido nada. Esta novela terrible, desesperanzadora me ha hecho pensar como seriamos si la epidemia hubiera atacado más fuerte. Y me imagino que podiamos habernos encontrado en el mismo punto que narra el escritor. Porque esta pandemia no nos ha hecho mejores. Ni hablar. Ni siquiera más precavidos. No hemos aprendido nada. Al final, ¿siempre ganan los malos? No es una reflexión muy esperanzadora para poner por escrito recién nacido el 2023 pero es la que te inspira este relato. Me voy a leer algo que me saque de la depresión...


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FRASES DEL LIBRO LA CARRETERA

¿Entiendes?Chss..Nada de llorar. ¿Me oyes? Ya sabes como hacerlo. Te la metes en la boca y apuntas hacia arriba. Rápido y con decisión. ¿Lo has entendido? Deja de llorar. ¿Lo has entendido?... Creo que sí."


Publicado pormarenpergamino

Cumpliré mi promesa, susurró. Pase lo que pase. No te enviaré solo a la oscuridad."...(😭)


Publicado pormarenpergamino

Solo sabía que el niño era su garantía. Y dijo: si él no es la palabra de Dios, Dios no ha hablado nunca."


Publicado pormarenpergamino

¿Estás ahí?, susurró. ¿Te veré por fin? ¿Tienes cuello por el que estrangularte? ¿Tienes corazón? ¿Tienes alma maldito seas eternamente? Oh, Dios, susurró. Oh, Dios.


Publicado porBarbiMore

No era la primera vez que tenía esta sensación, más allá del entumecimiento y la sorda desesperación. Como si el mundo se encogiera en torno a un núcleo no procesado de entidades desglosables. Las cosas cayendo en el olvido y con ellas sus nombres.


Publicado porBarbiMore

«Siempre» es mucho tiempo. Pero el chico sabía lo que él sabía. Que siempre es un abrir y cerrar de ojos.


Publicado porBarbiMore