LA CABEZA DE LA HIDRA

Es una novela de corte policial y detectivesco, de intriga y de espías todo a la vez; en Mexico donde ocurre la acción; se ha encontrado un nuevo yacimiento petrolero y el servicio secreto mexicano tiene que hacer esfuerzos para que espías arabes, israelíes y estadounidenses. Un secreto es secreto mientras sólo es mío; si hay más participantes del secreto...dejo de serlo y más difícil será mantenerlo oculto. La trama sigue su camino con muchos tropiezos, violencia y traiciones. Acción trepidante. Uno quiere leerlo de un tirón. Y lo merece.

"La regla del discurso político es la duplicidad. La del discurso diplomático, la multiplicidad. El espionaje es una contracción de ambos: doble y múltiple a la vez." "El espía perfecto no tiene vida personal, ni mujer, ni hijos, ni casa, ni pasado." "Cerré la edición Oxford con amargura. Sólo podía derivar una lección de esta primera aventura del servicio secreto mexicano. El terror es universal, pero la justicia no. Y toda organización de inteligencia, por más que se proponga las metas de la justicia, es pervertida por sus medios, que son los del terror, y termina por ser sierva de la opresión y no instrumento de la justicia que originalmente se propuso. Pequeña célula de estructura fascista, el espionaje acaba por infectar como un cáncer la sociedad en la que se inserta y a la que pretende proteger. Todos sus héroes son reaccionarios, de Ulises a James Bond. De allí la fatiga de su heroísmo, tan quebrantado como el rostro de goma de Howard Hunt." Con estos párrafos, Carlos Fuentes traza una novela de espías al mejor estilo de «El espía que surgió del frío» de John le Carré (en determinado pasaje Fuentes menciona esta novela a modo de guiño y referencia). Félix Maldonado es un economista que trabaja como ejecutivo de mando medio en Pemex (Petróleos Mexicanos): judío converso por matrimonio, amante de otras dos bellas mujeres judías, elegante, sibarita, de doble o triple cara, emula una suerte de James Bond del subdesarrollo, quien de pronto en un día aparentemente "normal" se ve envuelto en una trama que implica a las valiosas reservas petrolíferas mexicanas. La novela tiene nervio e interés, narrada en un estilo muy de Fuentes, esta novela bebe de los mejores manantiales del género de novelas de "espionage" con un trasfondo político que atraviesa el estado de Israel, pasa por Palestina, para hacer historia mexicana con un bello epílogo. Publicada en 1978, pero con que tiene problemas muy actuales: la hegemonía del petróleo como método de presión y chantaje internacional, el problema judío-palestino, la falta absoluta de escrúpulos en las relaciones internacionales.