LA CABAÑA DEL TIO TOM

En el transcurso de la lectura de esta obra, me venían a la mente lo que escribió Salomón -por inspiración divina- en Eclesiastés 8:9: "...el hombre ha dominado al hombre para su propio mal". Lamentablemente, ahora en este tiempo, todavía hay muchos tipos de esclavitud. Me gustó mucho la manera en que narro la historia -trato de involucrar al lector-...me pareció una narración amena, aunque hay varias historias en la trama, hizo las conexiones de tal manera que, en ningún momento el lector se pierde o confunde las historias. En cuánto al tema: La esclavitud; es un tema, que aún, toca las fibras más sensible del ser humano. Y como no quiero hacerle "spoiler"...le invito a leerla...lo que si les adelanto es que amaran la narrativa y que los más sensibles, irremediablemente...lloraran! DISFRUTEN LA LECTURA!!

Lloré y lloré y ¡me encantó! La manera en que la autora apela a la empatía y critica la hipocresía de la moralidad cristiana es admirable. Sin duda un libro que conmovió e incitó a reflexionar a miles en una época donde ser cruel era aceptable mientras la víctima no fuera de piel blanca.

Novela leída en mi adolescencia que simplemente me gustó pero no entendí el significado real; ese mensaje a la humanidad de la falta de humanidad en la época en de esclavitud y del racismo sin miramiento ni consideraciones. Los negros se vendían cual mercancía, separándolos desde tempranas edades de sus seres queridos, los azotaban con látigos peor que a cualquier animal, trabajaban de sol a sol con escaso alimento, si intentaban escapar, las consecuencias serían muy graves. Algunos amos de buen corazón, sí les otorgaban religión, buen descanso y comida, permitían que aprendieran a leer y hasta cariño recibían. Una lectura cruda pero bellísima y tierna a la vez.

Realmente interesante visión y perspectiva de la esclavitud y los dramas que debieron enfrentar los esclavos y miembros de la raza afrodescendiente en Norteamérica. Una búsqueda constante de la libertad en un escenario de esclavitud.

Es conmovedor el libro empatizas mucho con el protagonista

Esta clásica novela norteamericana que trata la esclavitud y el racismo parece que narra sucesos y una sociedad lejana en la historia. Pero lo cierto es que, pese a que han pasado más de ciento setenta años desde su publicación, hay muchos parecidos sociales y culturales con nuestra realidad actual. No es que a día de hoy, en nuestra sociedad se permita la esclavitud de entonces, ni mucho menos. Pero todos sabemos que no solo en países menos desarrollados existe la explotación laboral, sueldos infames y condiciones penosas. Incluso esclavitud mediante secuestro de organizaciones paramilitares y mafias criminales. De ahí la importancia de exigir a las empresas y a nuestra sociedad en general que no fomente estas sobreexplotaciones injustas y sí el comercio justo. Existe también en nuestro entorno más cercano los trabajos mal remunerados, con jornadas desproporcionadas y circunstancias injustas para un mundo que dice ser civilizado. Los jornaleros y jornaleras del campo, el personal de limpieza, trabajadoras temporales, personal de hostelería… tienen que aguantar condiciones que no les permite subsistir con su sueldo ni conciliar su vida familiar. Además, muchas veces, se encuentran en una situación de total desprotección ante el empresario o jefe de turno, que chantajea o se aprovecha de su situación de control. Pese a eso, mucho hemos mejorado en general si nos comparamos con las condiciones que millones de africanos sufrieron. Totalmente sometidos a las leyes de los blancos, podían ser explotados, torturados, castigados, usados como juguetes. Y sus testimonios no se podían tener en cuenta en un juicio. Su suerte siempre estaba ligada a la condición de su amo: un explotador, un aristócrata frío, un compasivo afortunado… Sus vidas podían cambiar de la noche a la mañana tras la muerte de sus amos, en una subasta de esclavos, o por tráfico o venta de sus vidas. Y esto es precisamente lo que narra esta novela. La historia de varios personajes cuyas vidas se cruzan, separan y se vuelven a juntar tras diversas vivencias trágicas y emotivas. Las penurias económicas de una familia de bien que tiene a su cuidado a varios esclavos negros, a los que creen tratar como iguales, se ve obligada a vender al Tío Tom, el más noble y fiel de sus esclavos. A partir de entonces se desarrollan un sinfín de acontecimientos que tocará en muchas ocasiones lo trágico. H. B. Stowe escribe bastante bien. El discurrir de la novela es más ameno de lo que esperaba. El libro realmente se publicó por entregas y fue una gran revolución social en una época en la que los norteamericanos se enfrentaban entre sus creencias y sus acciones. De hecho, el presidente Lincoln consideraba que esta novela fue una de las impulsoras en crear una conciencia de defensa de derechos humanos que ayudó a posicionarse al estallido de la guerra civil norteamericana. Podría pasar como una novela del “Ken Follet de la época” por su discurrir trágico, donde a los personajes se les hunde en la miseria y la tragedia. Pero hay una diferencia grande y que pesa, para mal, en la novela de Stowe: el puritanismo y el excesivo protagonismo de fe cristiana y piadosa. Diría que una quinta parte de la novela, los personajes hablan de Dios, de Cristo y se encomiendan en él. Además, con un desatado espíritu mártir o de sacrifico que llega hasta molestar o quitarle seriedad a la historia. Ken Follet habría hecho todo lo contrario… Es evidente que respira mucho de ese espíritu cínico de la sociedad estadounidense que aún perdura, donde la religión se mezcla en todos los asuntos. Y, por lo que leo en la biografía de Stowe, se ven reflejadas las fuertes creencias de la escritora. De hecho, estuvo casada con un ministro religioso. A algunos lectores les gustará esa insistencia en el dogma cristiano. A mí me ha cansado y me ha llegado a sacar de la historia. Muy interesante esas granjas y campos de cultivo lleno de esclavos que describe Stowe, donde a veces los más peligrosos para los propios negros, eran los propios capataces esclavos. Me recuerda el desastre documentado en miles de historias de campos de prisioneros o esclavos tras la guerra civil española o la segunda guerra mundial. Aprovecho para recomendaros “Esclavos de Franco”, de Chesus Calvo o “Si esto es un hombre”, de Primo Levi. Por último, mencionar que en el capítulo final la autora contesta a muchas de las preguntas que le han ido formulando mientras se fue publicando cada entrega de la novela. Cuenta los sucesos reales en los que se ha inspirado, testimonios, denuncias… Y aprovecha para hacer un alegato para que la esclavitud desaparezca de la sociedad. Quizá, una de las mejores partes del libro.

Sinceramente no recuerdo el porqué leí el libro, sé que fue por voluntad propia, me conmovía entre sus historias, más el final, me rompió el corazón. Aún que sé que no lo recuerdo, sé que lo leí Con aclarar que hasta perdí el libro...

Con este libro empecé a leer a los 9 años. Sólo por eso lo amo. Pero además es excelente.