Un golpe de bruces contra los claroscuros del movimiento squatter en la Inglaterra de los años 80. Realista y sensata, Alice se ocupa desde hace tiempo de Jasper, un homosexual con quien comparte un radicalismo de izquierdas un tanto difuso y a menudo contradictorio; ambos recalan en una casa en ruinas junto con un grupo de jóvenes deseosos por colaborar con el IRA. Irredenta a su vez, Alice lucha en la calle, pinta consignas en las paredes, participa en piquetes huelguistas, pero al mismo tiempo se entrega con fervor al cuidado de las cuatro paredes maltrechas donde vive para convertirlas en un lugar habitable. Precisamente así, con fina ironía y un peculiar sentido del humor, es como Doris Lessing muestra los resortes inesperados de una mente en apariencia dogmática y maniqueísta.
Es la primera vez que leo un libro en el que todos, absolutamente todos, sus personajes me caen mal. Una historia fea, muy fea y con un final feísimo, pero... ¡ojo! eso no significa, para nada, que no me haya gustado. Doris Lessing ,premio novel de literatura; una narrativa clara, sencilla, directa, sin florituras, muy acorde con lo que quiere trasmitir y, seguramente, con su carácter rebelde y revolucionario, bastante tocado por sus decepciones políticas. Y de eso va este libro, creo que ella sabía muy bien, conocía de sobra, lo que estaba escribiendo. Alice Mellings, una, no muy joven (36 años) chica de clase media inglesa, en la época convulsa de Margaret Thatcher (La dama de hierro) es la protagonista principal de la obra, a su alrededor se mueven varios personajes secundarios de importancia bastante lineal, y otros, como el padre y la madre de Alice (Creo que es la única que no me cae tan mal, que tampoco digo que me caiga bien) que en apariencia son personajes terciarios pero que, en realidad, tienen una gran importancia. La razón de esto, a mi manera de ver, son las secuelas psicológicas de una educación, como su madre dice en algún momento del libro, consentida y caprichosa que no le permite crecer ni madurar. Alice, sagaz y muy competente, no es ironía, ejerce de madre, por propia voluntad, en una casa ocupada donde nadie hace nada y ella no para. Se considera una revolucionaria, odia a los burgueses, incluidos sus padres, pero no duda en acudir a ellos cuando necesita dinero o, incluso, en robarles para cubrir las necesidades, muchas veces caprichosas, de sus "amigos". En Alice se percibe un carácter de baja autoestima y una gran necesidad de complacer a los demás. Tiene pareja, Jasper, con quien mantiene una peculiar y tóxica relación y del que tiene una brutal dependencia, a pesar de la forma interesada y déspota con que la trata. En resumen, esta es la historia de un grupo revolucionario con una gran inmadurez política que les lleva a ejercer un terrorismo brutal y sin sentido del que se excusan, porque son, ya se sabe, "daños colaterales" Yo los llamaría, a nivel de andar por casa y porque no me merecen mucho más, un grupo de tontos, eso sí, de tontos muy peligrosos. Doris presenta de una manera muy clara e inteligente el carácter de los personajes, quizá para mí, esto es lo mejor de la obra. Este no es un libro bonito, pero sí muy interesante para quien le guste conocer un poquito de todo y desde diferentes perspectivas.
Novela narrada en primera persona. Nos cuenta las precariedades en las que vivían una familia en la guerra civil y la evolución de la postguerra. Hace un llamamiento a los recuerdos y al olvido. Me ha encantado como está escrita la historia y como se desarrolla. Fascinante como Rafael con sus palabras me ha llevado a aquella época de entonces. Un libro que sin duda volveré a leer. Sus páginas están llenas de recuerdos duros, tan duros como que al final de nuestras vidas, a eso que llaman vejez, tengamos que vernos sol@s. ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️