Sinopsis de LA BUENA LETRA

Ana le cuenta a su hijo fragmentos de una vida de pequeñas miserias con las que se han tejido las relaciones personales y familiares. Sus palabras se convierten por tanto, en duro legado para una nueva generación que quiere levantarse sobre la inocencia. La buena letra renuncia a narrar los grandes acontecimientos históricos para poner su foco de atención en lo íntimo y cotifdiano, en el conjunto de gestos y silencios que marcan las vidas de unos personajes heridos por la traición y la deslealtad; los deseos frustrados y la desesperanza de un sufrimiento inútil en la medida en que sólo sirve para alimentar la voracidad de otros.

7 reseñas sobre el libro LA BUENA LETRA

Le tengo que agradecer a la escritora Almudena Grandes el haber recomendado este libro porque sino probablemente me hubiese pasado desapercibido. Ella también dice que le hubiese gustado mucho haberlo escrito y no me extraña porque es de los que tienen alma. Es de esas historias que te llegan a lo más hondo, que te remueven por dentro, que te hacen sentir tanto. La protagonista principal y narradora es una mujer mayor, una madre que necesita contar a su hijo su verdad, todo lo que ha vivido desde la guerra civil y la posguerra hasta la actualidad. Se abre en canal para mostrar su miedo, el sufrimiento, el sacrificio, la entrega y la lucha por los suyos, por las personas a las que quiere. Lo peor es cuando ese sacrificio le es pagado con la deslealtad y la traición . El pasado muchas veces cae en el olvido como si no hubiese ocurrido y por eso ella necesita rememorarlo para que no todo haya sido en vano. Además así también podrá por fin perdonar y conseguir la paz interior. Me ha conquistado la forma de escribir y de contar de Chirbes con una sensibilidad exquisita. Es todo un descubrimiento y pasa a mi lista de escritores con algo especial.


Sin ser para mí quizás la mejor novela, como siempre Chirbes espectacular!!Sus historias, reflexivas e intimas, son de las que no hacen ni han hecho historia, pero sus personajes fruto de ella, son los que la sufren, la malviven y la sobreviven y así nos lo transmite, con una gran sensibilidad a veces dura, a veces descarnada, a gritos o llena de silencios y entrelineas. Chirbes es un autor que me mece, me zarandea, me hunde y me apasiona.


El peor sufrimiento es aquel que no sirve para nada. La sentencia no aparece como tal en la novela que nos ocupa. Simplemente, es algo que se me ha ocurrido nada más acabar de leerla. Porque resulta imposible no compadecer a Ana, la protagonista de la historia que tan bien nos narra Rafael Chirbes. La buena letra es una novela corta --apenas 130 páginas-- pero intensa. Muy intensa. Una de esas obras que nos tocan el corazón y nos obligan a reflexionar hondamente sobre aquello que acabamos de leer. El genial escritor valenciano nos vuelve a conmover con su característico estilo narrativo: claro, directo y sin artificios.Ana, protagonista y narradora en primera persona, escribe a su hijo menor, Manuel, sobre la historia de su familia. Una historia que recoge los difíciles años de la II República, la Guerra Civil y la posguerra. Que nos habla no de los grandes acontecimientos históricos de la época sino de una serie de hechos íntimos, cotidianos, familiares que ilustran cómo fue la dura realidad de la mayoría de nuestros ancestros en un momento crucial de nuestra historia. Y Chirbes lo logra contándonos el progresivo distanciamiento de los miembros de una familia que antes era una piña. Porque La buena letra nos habla de miseria --no solo de la económica--, de soledad --Gloria no tenía maldad sino soledad, le escribe Ana a su hijo--, de culpa --la de quienes la sienten por el simple hecho de no estar encarcelados, como otros familiares o conocidos--, de egoísmo, sueños rotos y heridas que jamás cicatrizan. También de amor --no del amor convencional sino del amor como salvación--, de solidaridad --la existente entre un grupo de gente que debe asumir la situación y luchar juntos para resistir a toca costa--, de la capacidad para vivir con poco y disfrutar de las pequeñas cosas. Y de melancolía.Qué tiempos más bonitos, cuando estábamos todos juntos y nos reíamos y no nos faltaba lo indispensable, recuerda a menudo el tío Antonio. Afirmación que va en la línea de aquel conocido mantra que dice que cualquier tiempo pasado fue mejor. Y no le falta razón al tío Antonio. Porque su historia es también la de la mezquindad, la de los problemas acrecentados a causa del silencio y del licor, la del machismo --las mujeres sois todas unas egoístas, le dice su hermano a Ana--, la de la traición y la de la deslealtad. La de los domingos de fútbol --para los hombres--, cine --para las mujeres-- y casino --para los ricos--. La del estraperlo, la cárcel y el Cara al sol. Como viene siendo habitual en todas las obras de Chirbes encontramos frases para enmarcar, subrayar y recordar. Algunos ejemplos son estos: No sé a quién le escuché decir en cierta ocasión que hay palabras que son de un vidrio tan delicado que si uno las usa una sola vez, se rompen y vierten su contenido y manchan, escribe Ana en relación a las acciones de Gloria que provocaban suciedad y tristeza en el tío Antonio; Cada vez que se iba, llevándose nuestro dinero, nos hacía sufrir, pero era como si se dejara arrastrar por la corriente de un río en el que quería hundirse. Y tu padre se convertía en culpable porque lo rescataba y lo obligaba a vivir. Sí, la culpa caía siempre sobre nosotros, porque no lo dejábamos perderse de una vez para siempre, añade sobre su esposo y el tío Antonio en su época de más depresiones. La buena letra muestra con toda crudeza cómo el funcionamiento normal de una familia puede cambiar de la noche a la mañana merced a la entrada en la misma de una adevenediza que altera sus bases hasta el punto de incluso acabar con ella. Reproches, rencores, más egoísmos si cabe que llegan a provocar el desahucio de una parte de la familia. La cual puede arrastrar consigo al resto de sus componentes. Hasta un punto en el cual el sufrimiento se antoja estéril, inútil. Isabel, la cuñada de Ana, será esa nuevo miembro familiar que dinamitará los cimientos de todo aquello que tanto había costado levantar en los peores años de la guerra y la posguerra.Ana escribe desde la madurez de una situación en que la soledad, la melancolía y las ausencias marcan su día a día. Motivo por el cual decide escribir unas páginas a su hijo. Un hijo que se nos antoja el pilar fundamental de nuestra protagonista en los últimos años. En efecto, Ana parece estar presa de una especie de síndrome del nido vacío, algo por desgracia muy común en mujeres cuyas vidas dejan de tener sentido una vez han abandonado sus hijos el hogar familiar para seguir con sus propias vidas, con sus nuevas familias tan recientemente criadas. La buena letra es el disfraz de las mentiras, afirma Ana en boca de Isabel. Unas palabras dulces que encubren una gran amargura. Ciertamente, la novela no es bella sino muy dura. En ella es casi más importante lo que se deja entrever, lo que se intuye que lo realmente narrado. Un fiel reflejo de una sociedad y una época a través de una pluma que se echa mucho de menos en nuestra literatura actual. La intención de Chirbes nunca fue escribir bonito sino escribir bien


Novela corta intensa, conmovedora. Muestra una realidad social y una realidad humana, donde surgen preguntas sobre la condicion humana. Altamente recomendable


De lo mejor que he leído en los últimos años


Me lo pusieron como libro obligatorio en el tercer trimestre de mi 2º de bachillerato y la verdad es que me ha encantado. Es un libro lleno de sentimientos que es imposible que no te llegue al corazón. Lo recomiendo muchísimo


Mi favorito de Chirbes ❤. Delicada historia.


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FRASES DEL LIBRO LA BUENA LETRA

"El tiempo lo deshacía todo, lo convertía en polvo, y luego soplaba el viento y se llevaba ese polvo."


Publicado porzuceloli

Hay palabras que son de un vidrio tan delicado que si uno las usa una sola vez, se rompen y vierten su contenido y manchan.


Publicado porPigasus