Murakami construye a través de su habitual estilo una historia sutil acompañada por las turbadoras ilustraciones de Kat Menschik. El muchacho, en apariencia, solo quiere devolver dos libros y rebuscar un poco entre las estanterías. Pero en la sala de lectura se topa con el extraño bibliotecario, un anciano furibundo que lo introduce en el laberinto de la biblioteca y allí, lo encierra. Una pesadilla kafkiana y al mismo tiempo una sensible historia sobre la pérdida y la soledad.
Muy Murakami. Por momentos no sabes que pensar, sigues leyendo y te vas metiendo en la historia. Todo rápido porque es muy corto, pero es verdad que no te deja indiferente. La ambientación, esa descripción de la biblioteca y el sótano, los personajes tan irreales y el protagonista, me ha parecido muy buena mezcla
Me encantaría poder escribir una reseña, pero ciertamente no he entendido absolutamente nada. Está estupendamente escrito, si, sigo sin entender bien a los escritores orientales, rotundo si... Un chico va a una biblioteca y todo es una pesadilla detrás de otra. Si hay una moraleja o algún sentido oculto me lo he perdido. Pero da gusto leerlo y las ilustraciones son hermosas.
Un cuento muy surrealista pero con mucho mensaje. Nos habla de pérdida, soledad y madurez. Además de ser una crítica al sistema educativo japonés tan exigente. Muy recomendable
Es un relato muy bien escrito con una trama irreal pero muy personal dentro del estilo de este autor. Muy inquietante. La soledad planea en sus escritos. El texto tiene unas ilustraciones preciosas.
Murakami en estado puro. Facil de leer, envolvente y onirico. Me encanta la forma de escribir de este hombre o al menos de su traductor y mas cuando son sueños cortos. Muy aconsejable.
Quizá la historia sea un poco confusa si no has leído alguna novela de Murakami (o alguna novela asiática). Murakami tiene una forma de relatar algo, muy extraña, y a la vez profunda. Si uno aprecia una lectura y sabe sacar buenas conclusiones de lo que se lee, de esta pequeña novela se pueden sacar muy buenas enseñanzas. De lo contrario, creo que uno se puede confundir con esta novela, si no se sabe comprender bien.
El peligro de los laberintos radica en que, hasta que no avanzas un buen trecho, no sabes si has elegido o no el camino correcto. Y cuando llegas al final y te das cuenta de que te has equivocado,ya suele ser demasiado tarde para retroceder".
Vengo a hacer una devolución _añadí, y deposité sobre el mostrador los li ros que llevaba bajo el brazo.