Las matemáticas son bellas, cautivantes, sacuden nuestra sensibilidad estética. Pero para poder apreciar su belleza, tenemos que acercarnos a ellas. Este libro nos ofrecen una visión emocional, positiva y humanista de las matemáticas, con el objetivo de derribar los muros imaginarios que muchas veces nos impiden disfrutar de ellas. Para ello, el autor destaca la dimensión emocional de las matemáticas, por encima de su dimensión normativa.