KOKORO

Una novela inmensa en su sencillez... palabras dibujadas con la pluma del maestro... círculos infinitos en su mensaje. Escribir con la maestría de un samurái...de un Ronin sin señor...manejar la pluma cual espada...cortar las frases en miles de letras...y acabar mezclando lo imposible...para crear lo único verdadero... creando mundos azules...para vivir en planetas sin gravedad...donde flotar es una realidad...y andar un sueño. Con la terrible inconsciencia del aprendiz...creamos un hormigueo del pensamiento...donde nuestro estómago cultiva mariposas únicas... increíbles.... imposibles. Cada página es una gota de sabiduría...cada capítulo un paseo terriblemente agradable...llorar es una cualidad en vías de extinción... nuestro rostro agradece la sal transparente...donde ojos curiosos mirarán los reflejos del alma. Se puede describir el amor?... se puede explicar el dolor?...se puede comprar la felicidad?...se puede perder lo que nunca fue nuestro?.... En mi deseo literario...vive la ilusión...juegan los niños...se acercan los labios temblorosos, hasta descansar boca con boca y respirar el aire del otro. El aliento es cuestión de pulmones...y el amor...de corazones...señoras y señores pasen y lean...

No me gusta influir en las personas porque entiendo que todos los seres humanos tenemos gustos diferentes y prefiero respetar la poca libertad que nos queda para que, por lo menos, se tenga la autonomía para escoger qué es lo que se va a leer. No quiero influir para que lean este libro, pero pienso que se harían un gran favor al hacerlo, por lo que representa y por lo que enseña. Leerlo es hacerte tu mismo un gran regalo, es permitirte mirar hacía el pasado para entender un poco sobre la forma en que funcionaba un país y una cultura; para ver cómo un autor introduce dentro de ella, a través de la escritura, unos cambios trascendentales que han permitido El Progreso, o, tal vez, la metamorfosis de lo habitual; para disfrutar sabiendo que lo sencillo posee un encanto que en ocasiones no se sabe disfrutar, que el lenguaje tiene por objeto transmitir, y, por eso, cuando es sencillo puede llegar esa transmisión a todos los lugares; leerlo es reconocer que los actor forman nuestro carácter y que, sobre todo, son huellas que nos recordarán por siempre cuáles fueron los caminos por los que transitamos. Soseki en esta obra nos trae como personajes principales a dos personas: Un alumno, joven, que tiene curiosidad por conocer la forma en la que debe enfrentar el mundo. Los dos primeros libros se dedican plenamente a él. Nos habla primero de su relación con el segundo de los personajes principales y, después, de su relación con su entorno familiar. Nos muestra cuáles eran sus preocupaciones y sus vacíos, el respeto que se tiene dentro de la cultura que ya comienza a occidentalizarse. El segundo de los personajes es el maestro, así lo llama el joven, porque ve en él un modelo a seguir. Sosegado, de pocas palabras, pero quien actúa bajo los estereotipos de un lugar y una época en los cuales la dignidad se erige como un valor fundamental. El maestro tiene un secreto que no ha querido contar a nadie, pero la confianza que le irradia el alumno podrá permitir que realice un ejercicio de catarsis que -básicamente- compone todo el tercer libro. Es impresionante lo que cuenta el maestro, su historia, lo trágico de la misma, pero, sobre todo, la forma en la que ha tenido que enfrentarla. Las disquisiciones que realizan los personajes dentro de este libro son dignas de transcribir para recordarlas, para aprender un poco de la forma en la que funciona o debería funcionar la vida. Las enseñanzas del maestro no se pueden tirar al balde, pero lo que más deja este libro en términos generales no hace sino forzar, al menos a este lector, a esperar un tiempo prudencial para volver a encarar la lectura con un Alejandro un poco diferente en razón del paso del tiempo. Sean libres, y en medio de esa libertad, por favor escojan leer este libro.

Ambientada en el Japón de principios del S-XX y considerada la obra más pesimista de Sōseki, esta novela nos narra una historia profundamente íntima, con pinceladas autobiográficas. Dividida en tres partes, nos encontramos en las dos primeras el relato en primera persona por un joven estudiante que se obsesiona por la personalidad misteriosa de Sensei, un viejo intelectual amargado por una experiencia de juventud, que vive de espaldas a la sociedad solo en compañía de su mujer. A través de una acción pausada y con meticulosas descripciones llenas de lirismo y gran belleza avanza lentamente, preparándonos para dar entrada al verdadero protagonista en una tercera parte escrita de forma epistolar de la mano del mismo Sensei. Con contenida emoción y silencios que hablan solos se va desencadenando de forma dramática la historia de Sensei, que iremos comprendiendo a través del viaje de búsqueda y despertar realizado por el joven estudiante. Este descubrirá que por debajo de ese hombre culto se esconde un alma angustiada con un oscuro pasado. Es la historia de una traición doble, en la que la culpa, el egoísmo y la soledad determinan una vida atormentada, como castigo y penitencia, pero donde el amor está en el centro de sus vidas. Una obra conmovedora y profunda, que plasma la complejidad de las relaciones humanas y la búsqueda de la liberación del alma. Una novela que me deja con sentimientos encontrados por la sensación decepcionante que me transmitió en las dos primeras partes, en las que es difícil encontrar significado a lo narrado. Pero con satisfacción final en la culminación de la tercera parte, donde todo cobra sentido. Una obra distinta, muy especial, que me descolocó por no encontrar lo que esperaba pero que me resarció con un final magistral.

El Sr. Soseki logra profundizar en la esencia humana sin necesitar de ningún tipo de exceso, desde la sencillez y complejidad de unos personajes que dejan huella y provocan muchas reflexiones. Cala en lo más profundo de los sentimientos personales removiendo vivencias y pensamientos.

"¿Sabes tu acaso como se siente uno cuando tiene el corazón atado al cabello largo y negro de una mujer?". “Kokoro” es una palabra japonesa de difícil traducción, puesto que en su definición abarca palabras tan abstractas y vastas como corazón, mente, interior, espíritu o alma. Esto se va revelando de a poco a lo largo de este hermoso libro, tan bellamente escrito, el cual nos enseña la manera de pensar y actuar japonesa, tan distinta a la occidental. Cuenta la historia de un joven estudiante (nunca sabremos su nombre), el cual en unas vacaciones conoce a un señor mayor al cual terminará llamando "Sensei", que significa persona por la que se siente un especial respeto. Entre ellos se va desarrollando una relación maestro-alumno. Al muchacho lo llaman la atención que Sensei se encuentre aislado del mundo, sin profesión alguna y acompañado solamente por su mujer. Lo único que hace asiduamente es visitar la tumba de un amigo muerto hace tiempo, cosa que hace solo sin permitir compañía alguna. El joven intuye algo en el pasado de Sensei que lo aqueja, algo de lo que Sensei se arrepiente al punto de no encontrar sentido a la vida. Así, Sensei es una fuente de sabiduría que mantiene al joven en estado de admiración. La novela está dividida en tres momentos bien diferenciados. En los dos primeros el joven es el protagonista, en el tercero encontramos una extensa carta de Sensei dirigida al muchacho donde pone al descubierto su historia oculta, lo que jamás se animó a contar, ni siquiera a su esposa. El estilo de Soseki es simple pero bello, discreto, poético, con diálogos poderosos que dejan pensando. Un final muy triste pero perfecto para esta historia que cala hondo, pega directo al corazón. Emoción pura.

El libro se termina explicando y para mi crece mucho en la tercera parte, aunque se ha romantizado algunas situaciones. No sé si me llegó a gustar Sensei, personaje que tiene rota el alma y una incapacidad de perdonarse a si mismo. Claramente es un libro que permite definirse ante la literatura japonesa. Si este libro le gusta puede seguir leyendo otros. Bueno, a mi me gustó.

Si les gusta el estilo de la escritura japonesa este es el libro que para mi lo define, sutil, sencillo, elegante, profundo y delicado. La emoción que me acompañó la lectura sobre todo en la última parte fue la melancólia, es que a veces se nos olvida que la vida es tan corta que por esa misma razón merece vivirla y si...a pesar de todo...

De una intimidad, simpleza y belleza que borran el sentimiento de tristeza en que se sucede la historia. Léanlo, que vale la pena 💛