Un perro, King, narrador y protagonista de esta historia, acompaña a Vico y Vica en su vivir diario. Él nos hará de guía por el mundo de chabolas y chatarra en el que viven, al borde de una gran ciudad de finales del siglo XX. Junto a ellos encontramos a Liberto, Malak, Jack, Corina, Danny, Anna, Joachim, Saul y Alfonso, y recorremos una jornada en la que lo único que se tiene es el buen tiempo, porque se ha sobrevivido a un invierno más.
Cuando se ponía el sol, la oscuridad cubría el bosque, pero no de color negro, sino con el misterio, con la invitación del negro. La oscuridad de un abrigo negro, de una mata de pelo negra, de un tacto cuya existencia desconocías. (cap. 1)
Pocas parejas sobreviven a las calamidades sin dejar de ser pareja. La visión del otro empeora las cosas para ambas partes. Una pareja es una rareza, sobre todo una pareja ya entrada en años. (cap. 2)
Más de la mitad de todo lo que existe está mal nombrado: los hombres no son muy buenos poniendo nombres. (cap. 3)
No hay nada en el mundo más cerrado que un tulipán cerrado y nada puede abrirlo contra su voluntad. Puedes pisotearlo, puedes rasgarlo, puedes destruirlo en un segundo, pero no conseguirás un tulipán abierto, sino una víctima, habrás hecho algo a lo que no querrás mirar. (cap. 4)
Todas las calles tienen un agujero negro al que puedes caerte, y todos los agujeros de todas las calles del mundo comparten la misma oscuridad, en la que está todo y parece nada. (cap. 4)
Los dos han cerrado los ojos. En el cielo, las nubes cruzan la calle. El viento desgarra todas las nubes en esta ciudad costera. Nunca se quedan; todas las nubes parten. Cirrus spissatus. Altocumulus lenticularis. (cap. 5)