Lo que más le gusta a Kiatoski es ser detective y mascar ‘‘Carpenter's chewing gum’‘, el único chicle que le gusta por su sabor y porque le da energía para concentrarse. De repente, empiezan a desaparecen del quiosco todos los chicles de esa marca. Kiatoski empieza a seguir la pista al ladrón. Descubre que es un chico apodado ‘‘el Serpiente’‘. Este chico y los de su panda tienden una emboscada a Kiatoski. Pero el detective, gracias a su ingenio, logrará vencerlos y devolver todos los chicles robados. Kiatoski espera que aparezca otro nuevo misterio que resolver.