Formado en los ambientes obreros anarquistas de finales de siglo, sus gestas fueron recogidas en la literatura francesa a través de la figura de Arsenio Lupin. Fue juzgado por la red de robos científicos que organizó, y pasó 20 años en la Guayana en condiciones espantosas. Varias evasiones y nueve años de celda avalan su orgullo libertario.