Huérfano de padre y madre, sometido a la tutela de los ambiciosos boyardos, Iván IV no tarda en aprender el significado de la brutalidad y de la astucia. Coronado zar en 1547, con apenas diecisiete años, se presenta con una asombrosa conciencia de su autoridad. Su gusto por la violencia se une a una devoción enfermiza, pues combina sadismo y misticismo y se considera un representante de Dios en la Tierra ajeno a cualquier norma o regla. La enorme desconfianza hacia los que le rodean le obliga, tarde o temprano, a aniquilar a sus aliados sometiéndolos a horribles torturas. Casado siete veces, mujeriego sanguinario y visionario, Iván, conocido como el Terrible, no abandona, sin embargo, sus quehaceres políticos y se impone el propósito de ampliar los limites de su nación luchando contra polacos, suecos y tártaros, al tiempo que intenta reorganizar los asuntos internos.
La vida de este hombre me ha recordado a Vlad Tepes, tienen similitudes en sus ansias asesinas, les divertía torturar y disfrutaban empatando. Los arrebatos de Ivan le llevaban a matar a los amigos, familiares y fieles servidores. Me resultó más interesante la vida de Catalina la Grande. Dicen q tuvo sus momentos de buen gobernante, yo no término de ver qué momentos fueron esos.
Me recordó a Juego de Tronos. Está escrito de una manera muy interesante, la verdad. Visceral. Se nota su riqueza creativa para intercalar citas o testimonios epistolares con la narración.
El alcoholismo hace estragos en todas las clases sociales. Un hombre con lo q hay q tener bebe como una esponja. Luego se echa la siesta. Los comerciantes cierran la tienda a la hora de la digestión. Los hombres llevan barba, símbolo de su poder y su situación.
Sólo se puede comer carne tres veces por semana, y las relaciones sexuales están prohibidas los días festivos y durante la cuaresma. En general, la Iglesia considera que la mujer es el principal emisario del demonio. Cuanto más hermosa, más dañina.
La esposa también debe ser corregida a menudo para ablandarla. Pero hay que hacerlo con delicadeza. NO se puede pegar a la culpable en la cabeza ni "bajo el corazón" y deben evitarse los palos y objetos de hierro. Sólo el látigo es recomendable
Según este catecismo, medio pagano medio cristiano, Dios aprecia la economía, la limpieza, la riqueza, el trabajo, la justicia sumaria y la sumisión del esclavo al amo, de la mujer al marido y del hijo al padre. Toda la sociedad está basada en la célula familiar...
Se castigaba la mentira, pero los sobornos, verdadera plaga de la sociedad rusa, existían en todos los niveles de la administración. Era imposible ganar un juicio sin untar la mano de unos cuantos.
Estos consejos, salidos de una pluma doctoral, denotan una extraña mezcla de misticismo y oportunismo, de cinismo y caridad en su autor (o autores). Las referencias constantes a la Biblia resaltan aún más su estrechez de miras , su rigor materialista.