Es la última entrega de la trilogía "Isabel, La Reina", una novela histórica pero narrada de una manera muy divertida y entretenida, que realmente da gusto leerla y devorarla en un solo día. He disfrutado muchísimo y me he reido con las ocurrencias de las marquesas mancas y la bruja Maria. Y esta mezcla de la realidad histórica junto con la trama ficticia le brindó magníficos resultados a la historia. Todo ello escrito con una prosa tan amena que te va provocar leer y leer sin tener en cuenta las horas. En esta parte de la historia apreciamos los años finales de la reina Isabel, sus hijos, el descubrimiento de América, la expulsión de los judíos y la exterminacion de la brujería. Las historias de los personajes femeninos se van desarrollando de forma independiente, pero hay momentos en los que se entremezclan la tres tramas, aportando mayor entretenimiento y nuevas curiosidades a esta novela costumbrista, pues supone la conexión de tres niveles sociales bien diferenciados. De la lectura de esta historia podemos concluir que la reina Isabel era una mujer muy culta, de armas tomar, que estaba al frente de las acciones y tomaba sus propias decisiones y no le asustaba asumir responsabilidades. Ella reinó verdaderamente y tenía un profundo conocimientoy sentido del Estado.