INSTRUMENTAL: MEMORIAS DE MÚSICA, MEDICINA Y LOCURA

Una persona tan sensible, dañada en lo más profundo de su auto estima, culpándose toda su vida por su nefasta suerte, sin lograr entender, como ni por qué... sintiendo la soledad de la culpa que si yo del pasado no puede abandonar por la gravedad de las marcas que el abuso dejó en todo su cuerpo y mente. Un genio que como cuando alguien pierde algún sentido como la vista, agudiza otro. En este caso agudizó su sentido de supervivencia y conocimiento del mal, conocer en cada nervio el dolor pero volar a otro lugar para no sentirlo. Y así convertirse en algo tan frágil que la vida pudo haber borrado, pero tan único que solo dejándose sentir le gana la carrera a la vida a través de la música y de una forma única de verla y transformarla. Es un libro para sentir de principio a fin. Al autor se le puede juzgar, se puede compadecer, se puede renegar, pero gracias a la grandísima apertura de corazón del autor, algo entiende uno acerca del dolor, del mal, y sobre todo de la valentía y la genialidad para ver las cosas con una lupa diferente.

Brutal, sin duda ayuda mucho a comprender a las personas que han tenido una experiencia tan traumática como lo es una violación. Me imagino que quienes hayan pasado por esta situación tan terrible se sentirán identificados y quizá encuentren, si no consuelo, al menos un momento de esperanza. En lo personal me abrió los ojos a un tema difícil siquiera de pensar. Se agradece la sinceridad del autor que abre su alma de par en par, en un texto que sin duda no es fácil de leer. Evidentemente James, quien es músico, no escritor de profesión, no tiene una técnica o manejo de la pluma tan elevado, sin embargo la historia vale la pena muchísimo.

Un repaso a una vida tortuosa debido a unos abusos de la infancia, que le llevo a numerosos problemas sobre todo mentales y donde su salvación fue al música. Una defensa a ultranza de la llamada música clásica, defendiendo que debería llegar a todo el mundo, debiéndose quitarle tanto boato como tiene convirtiéndola en algo exclusivo. Un libro que a llegado a mis manos sin más, pero que me ha abierto todo un mundo sobre el comportamiento humano, el funcionamiento de la mente, y mi interés en descubrir la mal llamada música clásica. Muy recomendable, sobre todo leerlo acompañado de la música que en cada capitulo indica.

Inspiradora a la vez que terrible historia de superación personal de unos daños y sus graves secuelas pero que, en mi opinión, no está muy bien escrita, y lo que más destaca son las pequeñas biografías alternativas de músicos. clásicos.

entré sin epectativas y salí con un mundo totalmente diferente en mi interios. Que libro tan hermso y tan rápido de leer. me encanta

Lo que más me ha gustado ha sido el tema de la música y sus autores/compositores. También la parte en la que cuenta su experiencia como músico, como llegó su manager a su vida y como la música le cambió la vida. Su vida ha sido muy dura, y me alegro de que al menos ahora tenga algo bueno en su vida, como la música y esa gente tan maravillosa que tiene a su lado. Que James Rhodes escriba de forma tan directa hace que sea mucho más fácil de leer, tanto lo malo de su historia como lo bueno. ---La música que Rhodes nos deja para escuchar es maravillosa. Si tenéis la oportunidad de leer este libro, por favor, lo mejor que podéis hacer es escuchar los temas que el autor recomienda. Yo no soy alguien que escuche música clásica habitualmente, conozco muy poco este género, pero gracias a este libro he descubierto las joyas que hay (y seguro que hay muchísimas más).

¡Impresionante en todos los sentidos si además lo lees mientras escuchas las propuestas del autor!

Nunca había leído un libro autobiográfico y que este libro fuera el primero me deja un buen sabor de boca. El estilo de escritura de Rhodes pareciera como si entablara una conversación contigo mismo y hace menos tedioso la cantidad de información que presenta cada capítulo, tanto de las piezas musicales que escoge como de su vida personal. Definitivamente, James Rhodes es un sobreviviente admirable y mis emociones fueron muy variadas en cada capítulo: me reí incontables veces, me enternecí cada vez que hablaba sobre su hijo, lloré por todo lo malo que le ocurrió y pude empatizar tanto con el autor que siento que es como un amigo mío al cual defendería si le hacen algo malo.