Si bien la actividad de montaje de ascensores se desarrolla en las obras cuando éstas se encuentran en un avanzado estado de ejecución, en la que el riesgo característico y más importante de caída de altura se encuentra razonablemente controlado para las especialidades distintas de las que realizan los cerramientos, los montadores de ascensores retoman este riesgo de manera muy significativa por realizar su trabajo en condiciones permanentes de importantes diferencias de nivel.