La vida de un gaucho solitario de la pampa argentina.
Inodoro Pereyra es un solitario gaucho de la pampa argentina, hombre de mal genio y mucha picardía criolla. Se sabe que, una vez, este gaucho "macho y cabrío", que usa vincha, anda bien montado, y es bueno para payar, se presentó a sí mismo diciendo: "soy Pereyra por mi mama, e Inodoro por mi tata, que era sanitario". El creador de este personaje que reflexiona sobre la vida (acompañado de su perro Mendieta) es Roberto Fontanarrosa. Apareció por primera vez a fines de 1972, en la revista "Hortensia", de Córdoba. La historieta era, originariamente, una parodia en la que se exageraban los giros lingüísticos y los estereotipos terruñales; además era, gráficamente, más elaborada. En toda esa etapa, Inodoro se convertiría en anfitrión pampeano de diversos y extraños visitantes, mientras se perfilaba, ya como una constante, el que sería su ladero insuperable, Mendieta, un perro de raza desconocida que acompañaría a su amo en sus andanzas, compartiendo con él razonamientos. Luego pasó por las revistas 'Mengano' y 'Siete Días', con aventuras por entregas, donde Mendieta (quien, según relató una vez, en realidad era un "cristiano emperrado por un inoportuno eclipse de luna") ganará letra y estatura de coprotagonista. Ahí crece la peripecia en episodios de largo desarrollo y falso suspenso de folletín, con el héroe siempre en busca de nuevas aventuras. Finalmente, en 1976 Inodoro se instala, junto su obesa compañera, Eulogia Tapia, y el Mendieta, en el diario "Clarín", donde vuelven a ser historias unitarias, alejándose progresivamente del vértigo aventurero, y con el incremento de una esgrima verbal mayor, sutil, y sin pausa (cuadro a cuadro).