Kate Atkinson enfrenta a Jackson Brodie, ex militar, ex policía y ex detective privado, a un caso en el que será algo más que observador. Y es que, en esta ocasión, Jackson se verá convertido nada menos que en sospechoso de asesinato.
Continuación de la anterior entrega, nos encontramos nuevamente con Jackson Brodie, esta vez en Edimburgo, y nuevamente una historia que de policial tienen más bien poco, más bien como en la anterior entrega son muchos personajes con historias aparentemente sin conexión y, para mi gusto, excesivamente enrevesadas y que divagan constantemente. Una historia complicada, demasiado larga y enrevesada, no me ha gustado mucho.