La Imitación de Cristo no presenta una doctrina sistemática, sino más bien una colección de consejos, frutos de la experiencia. El autor escribe lo que él mismo ha ido experimentando; pero con una cautela y prudencia tales que permite al lector hacer su propia experiencia, su propio y original camino.En la Imitación de Cristo, leída y meditada criteriosamente, encontramos los fundamentos espirituales ascéticos que nos permiten, con libertad del espíritu, ascender hacia Dios y, desde allí, amar y transformar el mundo, vivir en caridad fraterna el misterio de la Iglesia, celebrar la liturgia y conocer sabiamente los misterios de la fe.