Sordo, mudo y ciego es el relato más lovecraftiano de todas estas narraciones, si tenemos en cuenta la atmósfera opresiva que sufre el protagonista, un impedido grave que sólo tiene su tacto para sentir la presencia maligna y terrible que acecha en la oscuridad. Es verdaderamente espeluznante el terror que va inundando la mente del personaje, a quien ni siquiera le queda el consuelo de un grito liberador.