En el principio la Iglesia bautizaba sólo a los convertidos. Ahora, la tarea se ha invertido: convertir a los bautizados. La primer parte de la evangelización es el "Kerygma", "Evangelización Fundamental" o "Primer Anuncio". A través de una metodología activa y participativa se anuncia y se testifica la Buena Nueva de la Salvación en Cristo Jesús con el poder del Espíritu Santo.