Al igual que el autor, el joven Grigori M. Litvínov es un ruso que asiste desde fuera al desagradable espectáculo de su sociedad. Instalado en el balneario de Badem Badem, se encuentra rodeado de compatriotas que le avergüenzan, todos ellos representantes de distintos sectores de la vida rusa, que llegan como cucarachas a ese lugar de reposo.