Por primera vez en la historia de la toponimia universal se consagra un estudio de tal magnitud al nombre de un lugar. México es un nombre esotérico. Además de su significado literal, tiene uno oculto: la etimología es el primer paso para llegar a su interpretación. Pero a lo largo de la historia se han conocido más de setenta versiones distintas. ¿Cuál de ellas es la exacta? Con base en las investigaciones que realizó en el curso de medio siglo de 1940 a 1992, Gutierre Tibón ofrece la respuesta. Su método apunta Jacques Soustelle en el prólogo consistió en reunir los datos contenidos en los relatos míticos e históricos, las observaciones etnográficas, los manuscritos y los bajorrelieves, para reconstruir, a la manera de un mosaico o un rompecabezas, las nociones autóctonas. Esta historia, pese a su rigor dialéctico, es singularmente amena; indispensable obra de consulta para quien quiera conocer las raíces más hondas de la mexicanidad.