HISTORIA DE LA ETERNIDAD

Me costó mucho seguirlo. Es un ensayo muy complejo, a lo Borges, pero ni siquiera tiene un hilo conductor. Comienza hablando de la eternidad, analiza las kenningars islandesas y las metáforas, habla del eterno retorno de Nietzche, dedica más de 50 páginas a analizar tres traducciones distintas de Las mil y una noches. Todo con un nivel de análisis hiper complejo y, para mí, aburrido. Cada tanto alguna ironía genial que compensa un poco. Me gustan más sus cuentos.

Lo empecé pensando que me iba a aburrir. Cuando me quise dar cuenta, lo había terminado. Lo leí todo de un tirón, en un viaje largo. De una prosa amena, llevadera, con ese humor inglés que tan característico de Borges, nos saca sonrisas inesperadas a lo largo del relato. Uno tiene la sensación de estar sentado en un café, escuchando a un profesor que sabe mucho de algún tema interesante y no se atreve a interrumpirlo. Muy bueno!

La eternidad supone abolición absoluta de la memoria, la obra del tiempo, la presencia obstinada del pasado y puede ser como lo ha expresado el propio Borges: "el tiempo es un problema para nosotros, un tembloroso y exigente problema, acaso el más vital de la metafísica; la eternidad, un juego o una fatiga de esperanza". Me perdí bastante en algunos temas que no fueron de mi importancia, pero esto no tiene que adjudicar alguna reseña negativa; ¿Pero como llegó este libro a mis manos?, yo creo que no fue algo casual más bien fue causal mi relación con este libro. Más bien estuve impregnado por el simple tema de la eternidad, esta fue la razón por la que tome el libro y empecé la lectura, una lectura un poco escabrosa, en el principio mi perspicacia quedó anonadada por la prosa del autor y quede más atraído, con el transcurso de la lectura notaba que era una miscelánea de tema, tenía que rectificar en mis expectativas no había más, el libro se hacía más perfecto que podía pedir. 5/5 para ser el primer libro que he leído del autor.

HISTORIA DE LA ETERNIDAD - Jorge Luis Borges En este libro, Borges reflexiona sobre la eternidad, se ocupa del tiempo y del espacio, de la Realidad de la que todo es copia, de la edad genuina de Cronos, cuyo nombre es la plenitud. Todas las cosas inmortales están en cada intelecto, cada dios y cada alma. Para nosotros, la última y firme realidad de las cosas es la materia; para los capaces de platonizar, la especie, la forma. Reflexionando sobre Schopenhauer nos dice que "una infinita duración ha precedido a mi nacimiento ¿qué fui yo mientras tanto? Metafísicamente podría quizá contestarme: <<Yo siempre he sido yo; es decir, cuantos dijeron yo durante ese tiempo, no eran otros que yo>>". En "Las Kenningar" aborda la simbología de las menciones enigmáticas de la poesía de Islandia, haciendo un amplio listado de las mismas. En el caso árabe estas figuras como metáforas se derivan de la relación padre hijo. Pero las Kenningar no fueron al principio metafóricas. En la metáfora, Borges aborda la ecuación "muerte -sueño" de Schopenhauer: "Lo que el sueño es para el individuo, es para la especie la muerte". Lo mismo que Shakespeare pone en boca de Hamlet "morir, dormir, tal vez soñar" O la idea también reproducida por Calderón. La metáfora se nos representa en forma de flor y mujer en "El Cantar de los Cantares" Dante, la Iliada... dice Borges que algún día se escribirá la historia de la metáfora y sabremos la verdad y el error que estas conjeturas encierran. En "La doctrina de los ciclos" arranca de la concepción de El eterno retorno de Nietzsche, intenta refutarla indicando que si el universo consta de un número infinito de términos, es rigurosamente capaz de un número infinito de combinaciones - Y la necesidad de un regreso queda vencida. Queda su mera posibilidad,, computable en cero". "Nietzsche sabia que el Eterno Recurso es de las fábulas o miedos o diversiones que recurren eternamente, pero también sabía que la más eficaz de las personas gramaticales es la primera." (...) "Nietzsche quería hombres capaces de aguantar la inmortalidad"."Antes de Nietzsche la inmortalidad personal era una mera equivocación de las esperanzas, un proyecto confuso. Nietzsche la propone como un deber y le confiere la lucidez atroz de un insomnio". Nos plantea en otro de sus ensayos "El tiempo circular" y para ello parte del Eterno Retorno, primero de la mano de Platón en el "Timeo" y de Cicerón en "De la naturaleza de los dioses", después de la mano de Nietzsche, Hume, Schopenhauer o Russell, en último término a través de los días y las noches de Brahma. Porque "el presente es de todos, morir es perder el presente, que es un lapso brevísimo. Nadie pierde el pasado ni el porvenir, pues a nadie pueden quitarle lo que no tiene". Por último toma en consideración las distintas traducciones de "Las mil y una noches" sobre las que hace un análisis de sus logros y fracasos. La capacidad de detalle y síntesis de Borges es brutal, para abordar en 180 páginas la mitad del pensamiento y la literatura de la humanidad. Cada línea engloba tanto, fijándose sólo en algún detalle, que me resulta imposible ser más parca en palabras de lo que he sido. "El universo es consumido cíclicamente por el fuego que lo engendró, y resurge de la aniquilación para repetir una idéntica historia".

Borges es siempre muy especial en sus escritos. Capaz de hacerte pensar en un aspecto del tema que trate y en su contrario. Este libro sigue la norma. Especialmente bueno a mi parecer es el capítulo dedicado a los traductores de las Mil y una noches.

Un libro muy interesante sobretodo para aquellos que andan buscando una teoría sobre lo que es el tiempo y sus ciclos. Libro exclusivamente para su estudio. No es una lectura liviana ni mucho menos. Así que si están buscando algo para distraerse, este no es su libro.

Es un libro complejo, digno de Borges. Comienza hablando de la eternidad y termina con una redacción de más de treinta páginas de Las mil y una noche. Puedes darte cuenta del gran conocimiento que tiene el autor de varios temas, en ovaciones debes investigar un poco más para poder saber de qué está hablando, por esta razón me agrado el libro, porque te lleva agarrado de la mano de Borges a nuevos conocimientos.

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